"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

miércoles, abril 30, 2008

El destino ya nos alcanzó


Antes creía que comer arroz nunca me iba a cansar, podía comerlo casi a diario y no tenía problema. Hasta que sucedió un buen día que me enfadó. Cuando me preguntaban en mi casa que porqué no comía arroz, simplemente les decía: es que estoy peleada con él. Después descubrí que era su sabor y su consistencia lo que me molestaban, así que decidí cambiar de marca, fácilmente probé como unas 4 diferentes, hasta que comencé a consumir un arroz tailandés que compraba en una tienda de productos orientales en la colonia Roma. Era carísimo, en ese entonces estoy hablando de hace más de un año, me costaba como a 25 pesos el kilo. Cabe decir que sólo ese arroz comía y me parecía excelente para hacerlo al vapor, su grano era largo y no se apelmazaba fácilmente, lo que sí pasaba con los otros arroces. Pero a partir de noviembre del año pasado ese arroz tailandés lo dejaron de vender ahí.

En febrero el dueño de la tienda me dijo que se habían detenido las exportaciones del arroz tailandés. Por el mismo tiempo la Señora Merlos, sí la dueña de Casa Merlos, me comentaba que todo el arroz que consumimos en México es chino y que el poco que se produce en México es para exportar. Esa era la razón por la cual el arroz lo encontraba diferente y de bajísima calidad, pensé. El vienes en el periódico leí que el 70% del arroz que consumimos es importado y que es muy probable que en octubre el producto comience a escasear por la crisis alimentaria que ya se está viviendo en Asia. Nuestra dependencia alimentaria es tan grande como la estupidez y corrupción de los políticos y el clero mexicano. Sin subsidios qué podemos esperar en el campo mexicano.

El martes que fui a la tienda de productos orientales había arroz tailandés, ahora está a 38 pesos el MEDIO kilo, no lo compré, no me quise arriesgar a llevarme un chasco; decidí que consumiría los que hay en el supermercado porque posiblemente ese arroz tailandés sería la misma estafa que pagamos por nuestro “arroz nacional”. Pienso agotar todos los cereales y leguminosas que hay en mi alacena, si se dice que estamos comiendo más de lo que se produce, al menos quiero evitar desperdicios. Así las cosas y peor que se van a poner.

domingo, abril 27, 2008

La niña que ya no hay en mí


¿¿Qué??
¿Se espera que diga que mi niñez fue la mejor etapa de mi vida?
Naaah
Creo que después que murió mi abuela nunca volví a ser la niña feliz que era entonces. Muchas cosas sucedieron, sobre todo por la comida de pesadilla que me endilgaba mi mamá. Ayyy, ahí comencé a preguntarme porqué había tanta diferencia entre una buena comida y otra. No era posible que entre las mujeres más entrañables de mi familia las cualidades culinarias de ambas estuvieran enfrentadas cada una en un extremo del ring –y ganó la más joven.
Extrañaba los mimos que recibía en la mesa de la abuela y tenía que acostumbrarme a esa mujer que se decía que era mi madre pero que me torturaba como la peor bruja tratando de alimentarme, porque yo, de plano, no comía su comida. Me llenaban de vitaminas para estimular el apetito, de proteína en polvo, licuados, postres a base de huevo, hasta que finalmente, mi mamá se conformaba viéndome comer fruta y leche. De repente también me llevába a comer algunos tacos en la calle o yo me llenaba de chucherías que encontraba en la escuela, que no eran tan nocivas y engordadoras como los Mac Incomibles que comen los niños de hoy en día.

Hasta que aprendí a cocinar y la situación cambió, comencé a encontrarle el gusto a la comida. Comprendí que parte de la madurez depende de aceptar una mayor diversidad de alimentos y platillos al comer. Incluso, no sé que pasó pero la comida que preparaba mi mamá la dejé de ver con tanto rechazo y de vez en cuando le alabé algún guisado.

Como dice Serrat les vamos transmitiendo a nuestros hijos nuestras costumbres y nuestras frustraciones. También nuestras maneras de comer, afortunadamente habemos algunos que decidimos dar el salto, ir más allá y buscar otras maneras diferentes de lo cotidiano.

La canción que les dejo aquí de Yucatán A Go-Go, no es exactamente mi caso, pero si el de otros chamacos que sufren de madres tiranas. Porque al menos la mía, como es campechana me dió mucho puerquito y pescado.


Todo cambia



Dedicado especialmente a ti, querida Xochitl

domingo, abril 20, 2008

Mis nuevas mascotas

El ritmo lento de mis caracoles me tranquiliza y permite sentirme dueña absoluta del derecho a la ternura. Son dos caracoles, uno se llama Lantano y el otro Actinio. Los alimento desde hace una semana como deportistas olímpicos. Las lluvias prematuras de abril los han lanzado al exterior y algo ha cambiado, mi compasión se apiada de ellos, esta vez no se condenaron bajo la suela del zapato o de algunos granos de sal.

Hay días en que todo se pierde, que el amor y el deseo hacia el ser amado se llena de polvo y torpezas. En esos días que uno quisiera estrenar un alma nueva y asombrarse con lo ordinario, llegaron estos moluscos. Mirándome con sus ojitos pedunculares hacia uno y otro lado, tal vez adivinando que yo era la causante de que crecieran esas hojas de suculentas que los alimentaba, que mejor antídoto que provocarme el afecto, no sé que ha pasado, pero se desapareció la repulsión y la ira que me causaban al mirarlos sobre mis plantas.Aquí juntitos, como dos caballos pastando, están comiendo jitomate y aunque estén en el plato no me los pienso comer.

sábado, abril 19, 2008

miércoles, abril 16, 2008

Ah, los memes...

Yo invento verbos, pero el slang que se usa en intenet es peor que mis verbos. Por ejemplo: Tienes un meme. ¿qué es un meme? Pues el meme que anda circulando por el momento es éste.

Reconozco que la primera invitación me la hizo Diana, y no lo hice porque ni sabía como imprimir y poner la foto.

Luego vino otra invitación para publicar mi fondo de escritorio y como la que tomó esta foto es la misma Irene, pues ya no me podía negar. Irene publica una foto diferente en el "header" de su blog cada lunes, cuando vi este castillo la estuve moliendo hasta que me regaló la foto (y mira que ya duró Irene, ¿eh?)

Ella tomó la foto en abril del 2005 en un lugar que se llama"Erice" en Trapani (Sicilia). Dice que fue una linda caminata, además de que Sicilia es maravillosa. También dijo que su comida me volvería loca (¿más?). Qué se desayunaba sus "arancini" que son unas bolas de arroz con 2 tipos de relleno: ragú o de jamòn con queso.

Bueno, ¿a quién se lo paso?: A Tito, a Pillo , a sí y a Alejandra, nomás porque me odia.

post scriptum: que mejor no hagan nada, dice allá abajo en los comentarios. Yo como buena chilanga paranóica atiendo al consejo.

domingo, abril 13, 2008

Nahualiando en mi colonia

-¿Qué haces?
-Aquí nomás, nahualiando
-¿Qué?
-Nahualiando, nahualiar
-¿Y eso qué es?
-A pues es un verbo, yo nahualeo bien bonito, tú deberías nahualiar, él nahualea, todos nahualiamos, conjugándolo así es divertido.
Nahualear es estar ahí nomás, tranquilo, sin que necesites nada, leyendo, caminando, oyendo música, en fin, que estés en paz contigo mismo. Y nahualiar es un arte.

Así que hoy domingo que el calor se calmó y hasta frío hizo, en la tarde después de comer me fui a nahaliar al Kiosco Morisco de Santa María la Ribera, aquí cerquita de mi casa. Pero iba con el propósito de comprarme un raspado.

Los raspados o granizados se hacen con un bloque de hielo, se raspan en este caso con un rallador manual y les pone jarabe de frutas. En el parque donde está el Kiosco Morisco hay un lugar que venden unos raspados exquisitos con una laaaarga lista de sabores naturales. Sólo se venden los domingos y cuando hace mucho calor la cola es larguísima, lo atiende el señor Arturo Valdés desde hace 20 años.
La semana pasada fui al mercado de La Merced y me encontré con este señor y su esposa comprando zarzamora, mamey, maracuyá, guanábana y pude comprobar que el señor compra fruta de la mejor calidad para hacer los jarabes con que baña esos enormes vasos de hielo raspado. Yo los descubrí hace 10 años gracias a un taxista que abordé y le pedí que me trajera a mi colonia, el taxista me preguntó si iba a comprarme mi raspado, le dije que no, yo simplemente iba de regreso a mi casa pero que me platicara de esos raspados. Pues yo he llevado a gente desde Ciudad Azteca hasta allá sólo para comprarse su raspado y luego volverla a traer de regreso, me dijo. Fue así que la curiosidad me pico para ir en busca de los mentados raspados y comprobar que tenían razón.

Así que en un domingo que estén en su casa nahualiando con harto calor hay que darse una vuelta por mi colonia para probar un raspado de frutas que elabora este señor y de paso conocer el famoso Kiosco, que fue hecho por don Porfirio Díaz para representar a México en una exposición internacional en Nueva Orleáns en 1885 (ajá sí, ¡a México, con ese estilo mudéjar!, son de esas incoherencias de la vida). Para luego trasladarlo a la Alameda Central en 1910 y luego finalmente dejarlo en la Alameda de Santa María la Ribera.

domingo, abril 06, 2008

RA N´GO GA HÑUNI MA HAI Festival de Santiago de Anaya

La cocina particular de las pobladoras del Valle del Mezquital forma parte del Festival Gastronómico de Santiago de Anaya, que ha venido celebrando cada primer sábado de abril. Santiago de Anaya es un municipio que pertenece al Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo, una de las zonas más pobres del país, con su consabida migración a Estados Unidos. Hagan clic aquí para leer la reseña de hace dos años por si no la leyeron antes.

Esta es la segunda ocasión que asisto al Festival y gracias a que colaboro en la revista Alas y a mi editora Aída Suárez y Raúl Guerrero, pude estar más de cerca del concurso. Lo que siempre es de llamar la atención es el orden y la paciencia que tienen las señoras de estar sentadas tantas horas frente a sus platillos, repitiendo gentilmente los ingredientes y el nombre de su guiso a quien lo requiere. Al finalizar el concurso, cuando ya se había retirado la mayoría del público que se deleitó con sus platillos, se dijo el nombre de las ganadoras.

El tercer lugar, la señora Claudia Hernández
Albóndigas de ardilla rellenas de Shamues.
El segundo lugar, la señora Aurora
Armadillo Enchilado
El primer lugar, la señora Victoria Pérez Mejía de la Comunidad de Sitio, Hgo.
Ximbó de zorrillo, conejo y coyote.


La señora Epifania Callejas Vázquez del Municipio de San Salvador Vixtha de Madero con una delicia de platillo: Ardilla con verdolagas secas y orejones de calabaza. Esta forma de dejar secar las calabazas es muy común en el Valle del Mezquital.


Tlacuache relleno de gualumbos

Observen que mientras esperan su calificación, las señoras están con su rueca, hilando o tejiendo ixtle


La reyna del festival con su vestido de totomoztles

Faldas y bandas de Ixtle para las damas
Estos son los shamues vivos. Son las chinches del mezquite y son más puros que los pensamientos del Papa

Afura en la calle, un ximbo de borrego (penca del maguey)

Las latas de sardina como medida oficial para la venta de escamol


Una enorme olla llena de escamoles y nopales

Después del concurso, era obligado ir a comer en los puestos que acompañan esta feria para todo el público. Compré mis escamoles para llevar y esta vez ya sabía lo que quería comer ahí: muchas gorditas de Shamues, de escamoles y de flor de garambuyo. Pasé de largo de los puestos que ofrecían ardilla, de los curiosos que deseaban probar el zorrillo o el tlacuache. Yo preferí dar rienda suelta a mi gusto entomófago y florófago.

Hay también venta de artesanía hecha con ixtle, la fibra del maguey. Venden collares, aretes, vestidos. Muchas de las concursantes estaban vestidas con sus faldas y blusas de esta fibra, previamente forradas de algodón, dada la aspereza de la fibra. Se distinguían los coloridos bordados de las servilletas y el empeño al adornar los platillos.
Después de haber tomado mis consabidos pulques, nos invitaron a comer a la casa de uno de los organizadores del festival, Don Carmelo Ángeles, quién nos contó que desde 1976 comenzó a celebrar el concurso del mejor platillo, pero que oficialmente se toma en cuenta a partir de 1980. Para mi fue muy grato encontrarme en esa comida a la señora Diana Kennedy, toda una institución en la investigación de las cocinas mexicanas y merecedora de múltiples reconocimientos. También estaban la antropóloga Yuriria Iturriaga y el Chef francés Yves Thuries, ganador del “Meilleur Ouvrier de France”. Fue un orgullo conocer a Diana Kennedy en persona y haber tenido la oportunidad de enseñarle a hacer silbatos con flor de colorín. Doña Diana nos dio sus comentarios sobre algo que le pareció triste del concurso: ver que la premiación se daba al final ya con el auditorio semi-vacío, sin público para aplaudir y reconocer esa labor de tantas mujeres que trabajaron para presentar su platillo. Tal vez podrían cambiar los procedimientos de premiación y los jueces adelantaran un poco el tiempo de entrega.

El menú de la casa de Don Carmelo Ángeles fue muy sencillo pero elaborado con gusto, generosidad y por el buen sazón por su esposa Doña Flor.
Nos dieron un caldito de escamoles con hierbabuena, ajo, cebolla y chile.
Caldo de haba con nopales
Gorditas de Gualumbos
Tamales en hoja de aguacate con flores de garambullo y gualumbos
Frijoles quebrados con pata de borrego deshidratada desde enero, que tenía un delicioso sabor.

Salimos de la comida como debe de ser, muy gustosos y muy bebidos.
RA N´GO GA HÑUNI MA HAI es ñañu y significa: La feria de la comida de mi tierra.

jueves, abril 03, 2008

Jaime Casillas siempre en la memoria

¿Por qué guardo tantos papeles inútiles y no conservo lo valioso?

¿Dónde quedaron mis textos de tareas con los comentarios del maestro Jaime Casillas? Ayy, aquél donde el tema era Bizancio y yo escribí sobre su herencia en una comunidad griega del Olimpo actual, un pueblo en donde la vida trascurre casi de la misma manera que en los tiempos del Imperio. Allí los molinos de viento muelen el trigo, las mujeres cuecen el pan en hornos comunitarios al aire libre, los zapateros hacen aun sus zapatos a mano. Un concepto de la vida en que las gentes del Olimpo apenas difieren de las de hace mil años, (claro sin el circo). Entre las costumbres que se han venido manteniendo yo mencionaba que llegó a mis manos una receta de panes que se preparan para la Pascua. Un pan tradicional que casi no ha cambiado nada. Es un pan labrado con adornos de espirales que se hace alrededor de un huevo pintado de rojo y así se hornea. ¿Cómo habrá sido mi descripción antojadiza que el maestro me confesó en sus comentarios que le encantaría algun día probar ese pan? Nunca se lo hice, lo había olvidado, tal vez porque en vez de ése le llevé un pan de hierbas y queso roquefort.

Y ahora se ha ido, me gustaba tanto ese hombre que me daba pena acercarme a él. Con su torrente de voz tan varonil y amable (suspiro). Siempre desde una relación de respeto, de esos caballeros que ya no hay.

Con él conocí eso de las verdades apodícticas y el concepto del horror vacui en sus clases de Historia de la Cultura. Mostraba una vitalidad y ensoñación impresionante. Abróchense los cinturones que vamos a viajar a 4000 años de nuestra era, y el hombre hablaba y hablaba encantadoramente. Era capaz de inspirar tanto al sublimar las cosas sencillas a través de su carrusel de diapositivas cada jueves en el salón de clases. El arte no sirve para nada, decía, pero es lo único que puede decir la verdad.

Te abrochaste el cinturón Jaime, en un viaje que no tiene más regreso. Se fue mi maestro a quién tanto quería.

Aquí el Universal publicó la noticia http://www.eluniversal.com.mx/notas/495024.html

miércoles, abril 02, 2008

Da Vinci el cocinero

Estos son hábitos indecorosos que un invitado a la mesa de mi señor Ludovico no debe cultivar

Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.


Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.

Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.

No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.

No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido su consentimiento.
No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.

No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.

Ni utilizar su cuchillo para hacer dibujos sobre la mesa.

No ha de tomar la comida de la mesa y ponerla en su bolso o faltriquera para comerla más tarde.
No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa misma fuente.

No ha de escupir frente a él.

Ni tampoco de lado.

No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.

No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.

No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.

No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está conversando.

No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa ( a menos que mi señor así se lo pida).

No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa.

Ni tampoco serpientes ni escarabajos.

No ha de tocar el laúd o cualquier otro instrumento que pueda ir en prejuicio de su vecino de mesa ( a menos que el señor así lo requiera).

No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.

No ha de conspirar en la mesa (a menos que lo haga con mi señor)
No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos.

Tampoco ha de prender fuego a sus compañeros mientras permanezca en la mesa.

No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).

Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa.


de Notas de Cocina de Leonardo Da Vinci
Codex Romannoff
Compilación y edición de Shelagh Routh y Jonathan Routh



¿ En cuantas comidas familiares se pierden estas pautas de conducta?