"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

jueves, agosto 26, 2010

Viaje al Totonacapan






Esta escultura está en el centro de la Ciudad de Papantla. En la parte de atrás está la leyenda de la vainilla. Está firmada por el ilustre escritor papanteco Don José de Jesús Núñez y Domíguez.

LEYENDA DE LA VAINILLA
Cuentan los abuelos totonacos, que hace mucho tiempo en la Gran ciudad del Trueno Tajín, el Rey totonaca Teniztli tercero tuvo una hija muy bella llamada Tzacopontziza o lo que es lo mismo en castellano, "Lucero del Alba". Por ser tan hermosa, fue consagrada al culto de Tonacayohua diosa de la siembra y el alimento; por lo cual no debía enamorarse de algún hombre. En la misma ciudad vivía el príncipe Zkatan-oxga "Joven Venado" el cual, cuando admiró la belleza de Tzacopontziza una mañana que caminaba por la selva quedando completamente enamorado de tan grande hermosura, ella correspondió a su amor a pesar de saber que no debía hacerlo por el hecho de ser doncella consagrada.


Cuentan que una mañana de mayo, cuando las flores abren y ofrecen sus exquisitos aromas, Tzacopontziza salió a buscar tortillas para ofrecérselas a Tonacayohua, pero ya no regresó; huyó hacia las montañas de poniente al lado de su amor Zkatan-oxga. Grande fue su sorpresa, cuando al llegar a la cumbre más alta, se les apareció un monstruo enorme que los envolvió en fuego obligándolos a regresar a Tajín. Allí, todos los sacerdotes ya los estaban esperando, y sin darles explicaciones los llevaron al adoratorio donde les extrajeron los corazones ofreciéndolos a Tonacayohua.


Los cuerpos de los dos enamorados fueron arrojados a una barranca. Tiempo después y tras secarse toda la hierba frente al adoratorio, brotó un arbusto el cual se elevó unos metros con un espeso follaje, posteriormente, nació un bejuco que trepó sobre ese arbusto, al paso del tiempo floreció hermosamente; los sacerdotes no dudaron en venerar el sitio, pues pensaban que esas plantas eran símbolo de la sangre noble y preciosa de los nobles enamorados, más sorprendidos se quedaron, cuando al año, las flores se convirtieron en vainas que desprendían un aroma exquisito, era la esencia de Tzacopontziza; a la flor la llamaron Caxixanath, que significa flor recóndita.
 
¿Cuál es esa vaina de la que hablan? Pues es precisamente la vainilla. Utilizada desde tiempos prehispánicos por la cultura totonaca, asentada en Papantla, Veracruz. Los totanacas entregaban la vainilla como tributo a los señores aztecas para perfumar su bebida favorita: el chocolate.
   
La vainilla es una orquídea, y como buena orquídea crece sobre otras plantas, o al menos necesita dónde recargarse. Es uno de los condimentos más caros, necesita mucha sombra para crecer y tiene que ser polinizada a mano. Yo en mi afán jardinero me compré una matita, que espero sembrar en el sitio adecuado: humedad, buena temperatura, sol y sombra. Con tanto campo ganadero y cultivo de naranja, se ha deforestado y perdido buena parte de la selva, esto ha contribuido a que México ocupe los últimos lugares a nivel mundial en la producción de esta planta, después que de aquí surgió la vainilla para aromatizar al mundo.

Estas son las vainas verdes, parecidas a un ejote.

 En toda la zona del Totonacapan venden artesania elaborada con vainillas. Hacen rosarios, collares, aretes. Yo me compré un corazón de vainilla para aromatizar mi coche,  para no andar usando esos cartones del Vainillino Cotorro que me marean. El olor es muy sutil. Supongo que al rato apenas si se percibirá su aroma pero es un bonito recuerdo.

Y yo como siempre busco los lugares específicos hechos a la medida de mis debilidades. Había que volver al restaurante donde se comen unas acamayas en chiltepín deliciosas, picantes hasta decir basta, siempre que visto toda la zona de Veracruz es cuando me puedo medir al tú por tú con tanto picante, vean la fabulosa foto de la salsa de acamayas de la que hablo. Por si no saben la acamaya es un camarón de aguas dulces de zonas tropicales. Preparado en cualquier forma es delicioso, pero hecho con esta salsa con un sabor ahumado es magnífico.

Pero lo más rico de ese lugar son sus deliciosas enchiladas de pipián que son un delicado poema al paladar. Aquí las sirvieron con pulpo. La cocina es de leña y eso le imprime un sabor especial a lo que guisan




Los mejores postres son simples, la diferencia de unos plátanos fritos comidos allí es el momento del corte de la fruta,  los plátanos reposan sin prisa esperando estar bien maduros y luego al sartén, el resultado: una mantequilla que se derrite al contacto con la boca.



Y ya en casa, después de un viaje así, pues me volví una perita en dulce.


¿Cómo hacer una perita en dulce?
6 peras lecheras.
dos tazas de agua
1 taza de azúcar
una varita de vainilla
1 membrillo (opcional) si no se tiene se puede poner el jugo de un limón.

Esta no es una perita en dulce cualquiera, su sabor es distinto simplemente por tener vainilla natural. Todas esas vainillas de frascos, a menos que en verdad sean extractos naturales, lo que se están comiendo es vainillina un saborizante sintético como otros más del mercado.

Y es bien fácil hacerla. El agua se pone a hervir con el azúcar, se deja cinco minútos y se ponen las peras y el membrillo o el jugo del limón. Luego por último la vainilla.

La vainilla se parte a la mitad, se respa con el filo de un cuchillo o una cuchara a todo lo largo. De ahi sale una pulpa negra, esa misma pulpa se disuelve en el agua. Yo aproveché y también le agregué toda la vainilla.

Y ya, eso es todo. Una manera bien fácil de tener en casa los mejores aromas del Totonacapan, el otrora lugar que perfumó al mundo.

19 comentarios:

190.arch dijo...

jajajaja... el vainillino cotorro.
Por otro lado, chulada la historia de la vainilla. Sin palabras de lo que rico que comiste en ese lugar, algún día iré!!.
En la sierra gorda también hay acamayas, tengo al menos 10 años de no comerlas.
Un besazo!

Caro dijo...

Me encantó, la información de la historia de la vainilla, tu viaje y esa maravillosa pera!! Ahora voy a mirar con más cariño a la vainilla!!! Ojalá tengas éxito con tu planta!!
Besitos!

Prieta dijo...

Que rica se ve esa pera y que maravillosa la historia de la vainilla.
Suerte con tu planta de vainilla!

González Luis dijo...

México siempre ha tenido ese aroma a comida tan típica, que se confunde entres sus diversos ingredientes, desde el chile, nopal y los dulces.
Ahora veré con más encanto a la vainilla, es una historia con toda la riqueza cultural de tu país. Hermoso relato.
Por igual, disfrutar de tus fotos que nos compartes de los camarones y quesadillas.
Al rematar con esa deliciosa pera, aromatizada, ya imagino las otras delicias que prepararás con tu vainilla. Saludos.

Pily dijo...

Carmen : qué bonitas fotos, y esos platillos...!! me encanta la vainilla así en vaina ! donde vivo es muy cara, supongo que en todos lados,pero bien que vale la pena!
saludos
PILY

Xerófilo dijo...

Hola Carmen:
Que bonito viaje y que rico se ve todo.
Las fotos de los fogones están buenísimas.
Lo de las enchiladas de pulpo se me hizo bien novedoso.
La verdad es que muchas veces, al leerte y ver tus fotos, me parece que ni viviera yo en México, de tan novedosas que me son las cosas que nos presentas.
Espero ir algún día por allá, aunque me queda bien lejos.
Saludos
RRS

Gabriela, clavo y canela dijo...

Me ha encantado todo, todo, todo!.. que mal te la pasaste eh?? jaja..

Es la primera vez que veo, y de paso aprendo sobre la planta de la vainilla. No sabía que era una planta trepadora.

Esas peras, secillas y deliciosas, se ven buenísimas.

Que buen post, Carmencha
besote
Gaby

Juana dijo...

Me ha encantado encontrar tu blog. Adoro Mexico, su gente , su artesanía y,como no, su gastronomía!!!
Me quedo a seguirte!!!
Besos !!!

¿Gusta Usted? dijo...

Carmen, qué bella historia. Tu sí que eres una perita, jeje en eso de escribir y de contar y en eso de llevarnos y antojarnos con tus viajes y también perita en perita en dulce! Qué rico!


Un abrazo!

Participa... (tuya sabes en qué)

Carmen dijo...

Acamayas en la Sierra Gorda, ayy, y yo no probé de aquél atole de teja, ni acamayas allá.
besos querida.

Caro: siiiiiii, que tenga éxito y que al menos crezca grande y vigorosa, aunque no tenga fruto.

Prieta: efectivamente, la pera a la vainilla quedó deliciosa. Gracias por pasar. Un beso

Capricornio: No son quesadillas, son enchiladas de pipían, y son uff, buenísimas, a ti te gustarían muchísimo, además no pican.

Pily: la vainilla es uno de las especies más cara, después del azafrán, el cardamomo. Supongo que se incrementa por la polinización y la recolección a mano. Y claro que preparar un postre con ella vale la pena. Recibe un abrazo fraterno.

Xerófilo: tienes tanta razón, México es tan diferente por dónde le busques en cuanto a su comida. Tanta diversidad, tantas culturas, tantos climas. Y tú desafortunadamente está más aislado hasta Baja California. En fin que espero qeu tengas vacaciones y puedas aprovechar un viajecito al Remolino en Papantla. Las enchiladas no están rellenas de pulpo, están acompañadas con él. Las enchiladas están de manera sencilla pero excelsa, diría yo que perfecta simplemente pipián y ya, ningún relleno. Recibe mi cariño y aprecio.

Gabriela: Gracias por tus palabras, la vainilla es una orquídea y su flor es blanca, yo espero que sobreviva la que me traje de allá. un beso.

Juana: Se bienvenida, muchas gracias por pasar, por tus elogios y lindas palabras. Regresa cuando gustes.

Nora: ¡QUé perita en dulce voy a ser! Soy un chile habanero, picante y rabiosa. La perita en dulce eres tú amiga.

Claudia Hernández dijo...

No sé cómo lo haces, pero logras darnos un verdadero paseo, no sólo por la historia de los antepasados de los mexicanos, sino también por la gastronomía autóctona, al leerlo, solo deseé estar ahí, y probar esas enchiladas y esos plátanos.

En cuanto a la vainilla, en efecto, acá se consigue la varita (es cara), un poco seca, que supongo que solo funciona si la pones a hervir en algo líquido.
Saludos.

Sorokin dijo...

Tus entradas son maravillosas. No sólo por lo que son, sino por las emociones que me despiertan y los recuerdos que me evocan. He estado en el Tajín varias veces y he visto los voladores de Papantla. Tambien he comido acamayas al mojo de ajo en Zempoala, aunque no me acuerdo como se llamaba el sitio donde iba a comerlas.

La verdad es que la vainilla la compré allá como esencia líquida, en frascos, no en palitos. Te diré una cosa de todas formas: prefiero la canela a la vainilla. No que no me guste ésta, es que prefiero la otra. Por ejemplo, aquí, en Bélgica, el arroz con leche se perfuma con vainilla y en España, con canela, uno de mis postres favoritos. Aquí, ni lo pruebo.

Erika dijo...

Que linda la leyenda que nos contaste bah! linda por un lado porque estos totanacas eran un poco drásticos con sus penitencias.
Que bueno que haya vainilla en cantidad. Por acá las varitas salen carísimas entonces normalmente se usa la esencia diría que cotorra tambien!
Gracias por la infomración por las chilindrinas.
Cariños

Carmen dijo...

Gracias al blog de Pily Guzman te acabo de encontrar y me he quedado enganchada, cuantas cosas me he estado perdiendo, voy a seguir dando una vuelta, que tengo mucho por ver.
Besitos

mely dijo...

Hola Carmen,

Como me encantan tus escritos. Me hacen reir y recordar todos mis recorridos por nuestra hermosa republica.

Pero que envidia ver lo que comistes, esas acamayas enchiladas y las enchiladas de pipian ni se digan. Que pena que poca gente tenga la oportunidad de viajar por esos caminos llenos de manjares.

Eso si Veracruz tiene una gastronomia de primera.

Saludos!

Mari Nuñez dijo...

Rica gastronomía! El corazón de vainilla me encanto. Preciosa entrada.

Un abrazo : )

Hilmar dijo...

Qué buena entrada! Excelente información sobre la vainilla. Fabuloso que tengas tu plantita.
Y cuántas cosas interesantes se aprenden contigo.
un abrazo,

Carmen dijo...

Gracias Claudia, cuando encuentres vainilla para que se conserve con todas sus propiedad y todavía más, procura ponerla en un frasco cubierta con azúcar. El sabor se preserva y aromatiza tu azúcar para otra ocasión.

Sorokin, la vainilla y la canela son deliciosas, y claro que debe haber fans de cada una de ellas por igual. A mi la verdad si me preguntas no sabría por cuál decidirme, pero creo que la canela a pesar de no ser una especia originaria de México es la de mayor consumo en el país. Todos los postres llevan canela.
La vainilla digamos es la especie con rasgos más sutiles y elegantes. Un abrazo fraterno, siempre enriqueces con tus comentarios estos post, gracias.

Erika: pues sí eran drásticos, les gustaba dirias tú, el tango y la tragedia, así es la historia de la humanidad, gracias a ti por comentar.

Carmen, bienvenida. Puedes darte paseos por todas las habitaciones de esta casa para que te empapes más sobre la cultura mexicana y sus sabores, saludos.

Mely, gracias, y sí, es una pena que tanta gente no conozca a fondo nuestro país, tiene tantos rincones hermosos y valiosos. Un abrazo fraterno.

Mary: celebro yo que te guste a ti.
besos.

Hilmar: Ahi va la planta, creciendo lentamente y aclimatándose a su nuevo hogar. Un saludo

Anónimo dijo...

Buenos días, los verdaderos seres humanos son aquéllos que saben venir en ayuda a su similares cuando sufren. Este Hombre me hizo un préstamo de 30.000€ sin el todo complicarme la mancha en los documentos que piden los bancos en las solicitudes de préstamo. Si está en una necesidad financiera, gracia tiene yo le tiene hoy el super mercado de la esquina, fue mi ahorrador y de verdad no sé quien hacerle por eso he decidido hoy dar prueba en su favor ustedes puedo contactarlo por correo electrónico y seguir sus directivas y se satisfarán en 48h máximo. Le lo confirmo y a partir de este momento sucedía que tenga necesidades de un préstamo quiere bien ponerse en contacto con él. Pues ustedes quienes están en la necesidad como mí puede escribirle y explicarle su situación podría ayudarle a su correo electrónico: lucasmariolola@gmail.com; lucasmariolola@outlook.fr

Nunca aquellos que hacer el mal no se van a inundar el mundo, también es el benefactor de buen corazón que da a sus hijos: Sr. LUCAS MARIO LOLA que Dios te bendijo más, más y más.