"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

domingo, octubre 11, 2015

Semillitas

Tenemos el entendimiento que una semilla contiene en sí, toda la estructura latente de un ser vegetal. Un pequeño embrión que puede contener los frutos, las hojas y las raíces que conforman un árbol o una planta. Una semilla es algo mágico, ¿no les parece? ¿Cómo algo tan pequeño puede contener tanta vida dentro? Es algo muy hermoso ver desarrollar una planta; desde que es un pequeño tallo, luego, viendo salir poco a poco sus hojas y después descubrir entre las hojas las flores y los frutos. Nuestra dieta se conforma básicamente de granos, algunos procesados industrialmente y otros simplemente tostados, remojados, guisados o molidos.

IMG_0131

Tuvo que pasar tiempo para planear esta receta que deseo compartir hoy, además de asociarla con otra más. Hace ya varios años, encontré una receta que llamó mi atención, era un pipián hecho con pepitas de melón. Solamente había tomado horchatas hechas con semillas de melón, pero nunca un pipián. Tuvo que pasar mucho tiempo para que juntara las semillas de melón. Tardé casi más de un año. Es que en esta casa no somos muy afectos a comer melones. Por más que las apartaba no lograba completar la medida requerida para hacerlo.

En ese transcurso del tiempo, comencé a juntar otro tipo de semillas. Éstas eran de un fruto que descubrí ahora que me vine a vivir a Cuernavaca. El fruto se llama bonete, es una fruta ovalada, del tamaño de la palma de una mano, que a lo largo le crecen pequeñas alitas. Lo curioso de esta fruta es que dentro está llena de semillas. La pulpa es muy escasa y su sabor es parecido a la papaya, pero más dulce. Se prepara en agua o se puede comer sola. Buscando más información sobre el bonete, descubrí que es de la misma familia de las papayas, carica mexicana. Se da en Colima, Guerrero, Morelos, Edo. de México, Yucatán y Campeche.

2015-05-25 15.19.00

IMG_0236

Sin embargo, el bonete, lo conocí primero en semilla. Acostumbro a comprar en los mercados pepitas de calabaza para guardarlas en mi bolsa y traerlas como botana. Cierta ocasión, al comprar pepitas, encontré que vendían otras semillas tostadas que nunca había visto. Me dijeron que eran bonetes y que se consumían igual. Me dejaron probarlas y me gustaron mucho. Después volví por más semillitas y ya se les había acabado. Mucho tiempo después encontré el famoso fruto del bonete y claro que lo compré. Sinceramente, la pulpa no me encantó, preferí recuperar las semillas, dejarlas secar al menos un mes, remojarlas en agua de sal por un día y luego tostarlas en el comal. Su sabor es muy agradable, incluso me parecieron más sabrosas que las pepitas de calabaza.

Hay un dicho que oí hace poco y me hizo pensar. Se refiere al poco valor que tiene alguna cosa y es entonces cuando alguien se le ocurre decir: “Eso vale puro bonete”. Supuestamente, se referían a algo sin valor y lo comparaban con este fruto. Pero aun cuando aparentemente no sea tan sabroso y no se aproveche gran parte su pulpa, este fruto me pareció apreciado por sus semillas. Así que yo no estoy de acuerdo con ese dicho. Las semillas de bonete son muy sabrosas, y la próxima vez volveré a buscarlo en su temporada, que es de marzo a junio.

bonete2

bonete

Las semillitas ya tostadasbonete3

Listas para consumirlas

Volviendo al pipían de semillas de melón. Cuando por fin logré juntar la cantidad adecuada lo guisé. La receta la tomé de un libro de Alicia Gironella, sólo que no recuerdo el título, porque el libro estaba en un restaurante y al hojearlo la encontré y le tomé una foto. La modifiqué un poco. Le puse otro tipo de chiles, que son los de mi gusto personal y no pude conseguir codornices, que son deliciosas, por cierto; así que lo comí con verduras. Este pipián es muy rico y fino, tal vez la foto no lo favorezca mucho, tiene una textura muy agradable, tendré que esperar otro año a que junte semillas de melón y pueda hacerlo de nueva cuenta.

La receta original es esta:

Pipián de pepitas de melón

¿Qué necesito?

8 pichones o codornices limpias

6 chiles anchos desvenados y tostados

6 cucharadas de manteca o aceite

1 rebanada de pan tostado

2 tazas de pepitas de melón tostadas y molidas

1 taza de almendras tostadas

3 tazas de fondo de ave

¿Cómo lo hago?

En 3 cucharadas de manteca se doran las codornices o pichones, con un poco de sal, 20 minutos aproximadamente.

Los chiles y el pan se muelen con una taza de caldo y se reservan.

Las pepitas de melón se muelen con caldo y se cuelan. Se mezclan con las almendras molidas y con otra media taza de caldo.

El molido de los chiles y pan se fríe con el resto de la grasa, se agregan las codornices y el caldo de pepitas y almendras, se cocinan a fuego bajo 40 minutos aproximadamente hasta que espese; se sazona con sal necesaria y se aparta del fuego.

Se adornan los platos con rebanadas de melón.

Se pueden bañar con este pipián otras aves y carnes.

Se puede mezclar con cualquier tipo de carne deshebrada para preparar antojitos.

Rinde para 6 personas.

Pipián de pepitas de melón, chinchayotes y pacholas

IMG_3443

11 comentarios:

Claudia Hernández dijo...

Qué original y delicioso, me encanta.
Saludos

Carmen dijo...

Hasta tú lo puedes hacer en donde vives, querida Claudia. Un abrazo.

Sorokin dijo...

Tu fascinante platillo, Carmen, es una oda a la paciencia: guardar las semillas de melón durante un año merecería el premio Job (si ese premio existiera, claro). Y, finalmente, ¿Hay mucha diferencia con el pipián de calabaza?.
En cuanto a hecerlo en Europa, no parece tan fácil. No solo por tener que guardar las pepitas de malón un año, sino porque hay ingredientes que no se encuentran, como el chile ancho. Se podría probar con un pimiento verde normal desvenado y con pipas de girasol a ver qué sale.
Si me vuelven las ganas de cocinar, tal vez pruebe. Es que estoy muy flojo últimamente.
Abrazos

Carmen dijo...

Las ganas de cocinar se van un rato, pero regresan y permanecen más. Si bien que nos gusta consentirnos y hacer las cosas como nos gustan. Al menos en mi caso es así cuando salgo de casa y no encuentro un buen lugar donde comerme un buen plato.
No lo hagas con pimientos, hazlo con esas ñoras que venden por allá, es lo más aproximado a un chile ancho.
Abrazos querido Sorokin, y gracias por pasar y dejar huella.

Unknown dijo...

Muy interesante este pipian, Carmen. Nunca había oído de un pipian con semillas de melón. Oye, y que no habrá donde comprar las semillas ya secas? Saludos y que estés bien.
Prieta

Carmen dijo...

Prietita, ¡qué gusto que pases por aquí!, y de incógnita, jaja. Pues bien, no sé si vendan semillas de melón, nunca lo he visto. Seguro que la gente que hace aguas frescas en cantidad se los podrías encargar. Pero yo no conozco a nadie que venda aguas frescas y que te quieran hacer el favor.
Es un mole finísimo y casi no pica. Anímate.
abrazos.

Lucrecia dijo...

Que simpáticas semillitas de verdad se parecen a las de la papaya sólo que gueritas( no se ponerle los dieresis)

Carmen dijo...

Lucrecia, que gusto leerte. Son sabrosísimas. Abrazos.

Viena dijo...

Querida Carmen, cómo me gusta todo lo que escribes, me transporta, me conecta culturalmente, con la cocina de tu tierra pero también universal, me encanta.
Cuando yo era pequeña, recuerdo que en casi todas las casas en mi pueblo, se recogían las semillas de melón y se ponían a secar. Se colgaban las pieles de naranja sobre un cordel y se secaban, los higos, los tomates, los pulpos, había toda una cultura de secar al sol alimentos que luego se aprovechaban. Ahora ya no lo veo eso por ninguna parte, la nueva moda de tirar todo, de usar y tirar sin aprovechamiento, ha arrasado con estas costumbres, eso y la no paciencia. Todo ha de ser inmediato, ya. Bueno, me ha gustado tanto tu preparación que me voy a animar a guardar las pepitas del melón, que en casa se come bastante, para hacer un día esta receta. Y me encanta que se pueda hacer con ñoras, como le has dicho a Sorokin.
Ya te contaré.
Un beso muy grande

Carmen dijo...

Viena, tu comentario me halaga, me hace sentir que las cosas que sigo encontrando en la cocina y en los mercados a alguien más le puede inspirar y remitir añoranzas. Eso que dices de dejar secar pulpos e higos me encanta, lastima que ya no se acostumbre. Me imagino eso de tener un pulpo seco y que traiga todas esas evocaciones marinas en la alacena ha de haber sido fantástico. Acá sólo en los pueblos se preservan esas cosas de secar y deshidratar semillas y verduras. Un abrazo fraterno

Banorte telefono dijo...

MMmm delicioso!!!
lo voy a poner en practica!
me encanta este blog!
Felicitaciones
abrazo y besossss ♥