Extraño a los locos que hablaban solos en la calle. Eran desconcertantes y tiernos, mostraban la decadencia de la ciudad y del ser humano. Pasar junto a ellos me provocaba un poco de sobresalto y miedo al futuro, siempre pensaba: ¡Qué gacho, no vaya a ser que yo termine así algún día!. Sin embargo en estos tiempos de modernidad, de ipods, de celulares y cantidad de artefactos que uno trae instalados y enchufados al cuerpo, los locos se confunden más que nunca. Ahora cuando veo que alguien en medio de la calle está gritando y manoteando solo lo único que me provoca es una risa nostálgica cuando descubro que trae un cable colgando.
Entonces resulta que los locos somos otros, los que reímos solos en las calles de esta ciudad sin ningún motivo, los que comemos flores de mastuerzo en nuestras ensaladas, los que horneamos pan en las noches de insomnio, los que amamos y no nos vamos de esta ciudad, los que no sabemos quien delimita la locura y la lucidez.
¿Quién es el loco? ¿Quién es el otro que juzga la lucidez? ¿Quién puede sorprender a los demás siendo uno mismo? O lo mejor es no ser el mismo…
¿Tenemos que ser el otro?, o mejor somos esa otredad que no somos.
Choc Chip Cookies
Hace 12 años.
12 comentarios:
Wow, qué foto, Carmen!
Hay un texto de Alejandro Aura que me gusta mucho y que tiene algo que ver con el asunto de los locos que hablan solos.
Aquí el link: http://alejandroaura.wordpress.com/2007/10/04/la-mano-a-la-oreja/
Beso.
Car come-flores! : D
A mí me pone incómoda la gente cableada. Increíble pero cierto, no uso ese tipo de tecnologías (ni celular ni aparatos porta-música).
Pero estoy online... sieeeeeeempreeeeeeeeee!
Locura me entra a mí al ver esta foto que no se sabe si es para comer o para adornar una mesa y también soy de esas locas que se cuelga el ipod en el metro para no estar pendiente de ninguna otra conversación, aunque hablar sola por el celular, eso no, eso sí que no, me daría la risa!!!!!. Vivimos en un mundo loco, no hace falta echar mano de los cables, sin cables también hay muchas locuras sueltas eh Carmen.
Así que comes flores hermana Amazona?????
Un día llevé un paquete a mi casa y mi padre empezó a gritar, creía que le estábamos tomando el pelo, no sabía que eran para comer jejejjeje.
Un abrazo fuerte
Los que hablan porque están conectados son "locos" artificiales. Los locos de verdad son personas capaces de ver y escuchar cosas que la gente "normal" no puede.
Carmen eres la Liebre de Marzo tratando de identificar quién es el loco y quíen es el cuerdo. La locura está presente en ti de manera astutamente mañosa, por más que trates de evitarlo se te ve en el fondo de esos ojos.
Yo por lo pronto digo que la loca más loca de todas las cuerdas que no usan cables en la oreja eres tú y me gusta que seas así.
Hasta comiendo flores
Nooo... psicoanálisis en la mesa noo..
Ya no hace falta ni que tengan celulares o mp3 al oídoooo!
Yo veo aún personas que hablan solas y me hacen pensar, cuál es el problema, la circunstancia, el sentimiento por los cuales llegaron a eso. Creo que son nuestra otredad, cada uno tiene su propia locura que persigue insistente e inconcientemente. Saludos cordiales
Una de las cosas que mas echo de menos, viviendo en Suiza, son esos locos de mente, aquellos que en mi querido Santiago de Chile inundan las calles, cada esquina con su propio demente. La vida cambia y la modernidad opaca lo verdadero.
Buen escrito amiga. Como siempre me encanta.
Un abrazo.
Hola hermosa rato que no veia tu pagina estoy en argentina felicidades por tu libro tengo un congreso en Xalapa a finales de abril comprare el libro de la mujer mas hermosa de df.
cuidate saludos
camegato
Hola Carmen:
Leí tu escrito casi el mismo día que lo publicaste. Me dejaste meditando.
A mí lo de la "otredad" me hace bolas y me da risa. No te sigo mucho en eso.
Soy simplón, pienso en empatía y rechazo, es decir, hay "otredades" que me son repulsivas, mientras con otras me identifico y solidarizo con mucha facilidad.
Pero como te dije, el uso del término "otredad" me es inalcanzable. Lo único cierto es que me da risa.
Pero yendo a la primera parte, la de aquellos "locos", quizás lo triste es que ya parezcan inexistentes en lo que es la humanidad urbana, ya que se ven avasallados por lo que yo denomino los "enajenados" o, como dices, los "enchufados".
Eso es triste, ya que es una enajenación voluntaria.
¿Dónde quedaron los "locos" tranquilos, filósofos, curiosos e, incluso, los furiosos que te obligaban a cruzar la calle?
Se me ocurre que, desgraciadamente, quizás acabemos cruzando la calle ante la perspectiva de topar con cualquier desconocido.
Chale. Mejor ya vete a Ensenada.
Saludos
RRS
Hay un antecedente doloroso y muy triste sobre los locos en mi memoria, y tal vez me asusta tanto cuando me topo con un loco, pero, la verdad pregunto yo ¿no seré yo la loca que no lo comprendo y lo juzgo mal? ¿Quién me capacita a mí como para adjetivar de esa manera? Esa otredad de la que hablo es aquella que involutariamente te impulsa a realizar cosas inimaginables, cosas que hacen que uno diga "es que me desconozco"
Es una parte de uno mismo que está oculta y de repende algo desencadena la acción, lo que nunca imaginaste que harías. ¿Eso se llama locura?
Es como dice Rosa María cada uno tiene su propia locura, esa es la otredad, ese otro que acallamos, reprimimos, sometemos, alineamos. Pero cuando lo sacamos es una cascada inagotable de experiencias de todo tipo.
Me acuerdo de un loco genial de comic, uno que hizo Rius en Los Agachados, un loco como dices tú como dice Mario y como dice Kako: filósofo, capaz de ver y decir lo que la otra gente no hace, neto, verdadero. Ese personaje se llamaba Matatías, usaba un licor que llamaba Chaparro amargoso y cuando lo tomaba su locura era tan encantadora que lo querías para que fuera tu padre.
Carmen:
Has ganado el blog de oro. Visita el blog del Señor de la Locura.
los locos somos otro cosmos
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