En casa de mi hermana mayor se hace un platillo especial en el mes de julio y agosto. Le pedí hace unas semanas que la visité que por favor me lo preparara. Se llama Chileatole, o como su marido lo llama: chilpozol, es muy sencillo de hacer, lo único difícil es conseguir los ingredientes como ellos lo consiguen: todo es fresco, acabado de cortar. Ellos tienen el privilegio de vivir en un pueblo y sólo basta decirle al vecino que los deje cortar unas habas de su terreno, a cambio de que ellos le dan elotes tiernos de su milpa. El trueque con el vecino es a todo dar, y siempre termina uno ganando.
Este platillo es común en los estados de Puebla, Tlaxcala y parte de Veracruz, que es al estado que pertence Cruz Blanca, donde vive mi hermana.
Ingredientes:
Elotes
habas
espinazo de puerco
ajo, cebolla, sal
chile guajillo
queso de cabra
epazote

Primero es conseguir elotes tiernos, acabaditos de cortar. (Ah sí, también para la cocinera hay que tener un vaso de pulque para alegrarla, en este caso vino directamente de Oriental, Puebla. Me lo llevó mi cuñado nada más para agazajarme por el gusto de vernos, chiquiada que soy)



En otro recipiente, los chiles guajillos asados se ponen a hervir, luego se muelen en la licuadora con dos dientes de ajo y una cebolla pequeña.

Ya molido el chile se deja freir con otra olla por separado.

A la olla con el elote molido se le van a agregar los elotes cortados y la otra mitad del elote desgranado.

En este espacio debería ir la foto que me faltó: Carne. Nada más imagínense que están viendo la carne ya destazada. Se agrega espinazo de puerco en trozos, ya cocido aparte, con todo y el caldo.

Las habas se pelan y se añaden también a la olla con elote molido. (Sigo con el tema de la frescura, en este caso hasta así crudas se podían comer, son taan dulces, un sabor completamente diferente)
