Ayer observé la luna en uno de los telescopios que pusieron en Universum, vi también a Saturno y me maravilló distinguir sus anillos. Es la segunda vez en menos de un mes que miro la luna en un telescopio. El descubrimiento en ambos casos ha sido fascinante.
Lo bueno del eclipse de ayer es que algo se reveló: El cambio que hay en mí cuando miro largo rato el cielo. Me emocionó ver a la gente con la cabeza hacia arriba contemplando el cielo tan relajados, tan pacíficos, había una comunión entre el observador (yo), el observado y esa bóveda celeste que mostraba el fenómeno de los astros.
Ese movimiento de cuello al dirigir la vista hacia un objetivo, ese simple reparo que pocas veces al día, a la semana o al mes hacemos hacia el cosmos, ¿por qué nos olvidamos de algo tan imprescindible? Hay que alimentarse de espacio, de nubes, de amaneceres, de puestas de sol, de estrellas, de luna.
Era como si se cumpliera el poema de Sabines : la luna es buena como hipnótico y sedante.
Lo bueno del eclipse de ayer es que algo se reveló: El cambio que hay en mí cuando miro largo rato el cielo. Me emocionó ver a la gente con la cabeza hacia arriba contemplando el cielo tan relajados, tan pacíficos, había una comunión entre el observador (yo), el observado y esa bóveda celeste que mostraba el fenómeno de los astros.
Ese movimiento de cuello al dirigir la vista hacia un objetivo, ese simple reparo que pocas veces al día, a la semana o al mes hacemos hacia el cosmos, ¿por qué nos olvidamos de algo tan imprescindible? Hay que alimentarse de espacio, de nubes, de amaneceres, de puestas de sol, de estrellas, de luna.
Era como si se cumpliera el poema de Sabines : la luna es buena como hipnótico y sedante.
Ya lo creo que sí.
8 comentarios:
en milán no vimos el eclipse porque estaba nublado y fue a las 4 y pelos de la mañana...
a menos que hubiera ido a moler el maíz para las tortillas, en milán, me hubiera tocado verlo : P
mi mamá sí lo vió, desde el jardín de su casa y me contó que lo disfrutó.
Yo siempre me la paso mirando al cielo, los cambios de colores que se presentan en el atardecer según la estación, cuando el viento aleja la contaminación,las noches oscuras y luminosas; las lunas blancas, amarillas y a veces rojizas; la atmósfera tan especial que hay entre las cuatro y cinco de la tarde, y los amaneceres que sólo se disfrutan cuando ya estás caminando en la call lejos de tu casa aunque te ardan los ojos de sueño.
Gracias Mario, no sé por qué al escribir esto me acordé de ti. Saludos
creo que el ser humano en sus constantes iusiones de un mágico y maravilloso lugar, busca encontrarlo sobre su cabeza, más allá del cielo...
Es increible la manera en que la Luna puede atraparnos, aun cuando haya eclipse...
Y Sabines, es un experto en ello...
Disfruté mucho el eclipse y también reparé en la gente a mi alrededor, por algunos momentos dejando las preocupaciones terrestres a un lado.
Gracias por tu visita, ya contesté tu pregunta(es que soy medio lenta en esto del blog). Saludos
A mí me encanta mirar la Luna (sobre todo cuando está llena). Puedo pasar horas embobada mirando y mirando. Y las estrellas (cuando se ven). Me relaja mucho... lo malo es que desde el df apenas se ven las estrellas y hay que irse de la ciudad para verlas... pero cuando dedicas tu tiempo a hacerlo es increible...
Eso de ver al cielo es una de las cosas que todos deberíamos hacer para volver a poner las cosas en su justa dimensión. Sobre todo hacerlo de noche, con estrellas si se puede -o en algunas ciudades, si se deja.
Ver cada uno de los puntitos allá, imaginar cómo es estar en ellos, sentirse chiquitito... recordar la intrascendencia de nuestro rol en el universo y al mismo tiempo el papel que juega cada elemento...
Y todo esto nomás por una luna. ¿Te imaginas a la gente (I believe) de planetas como Saturno, con 18 lunas?? Qué locura.
Tienes razón, porque olvidamos esas pqueñas cosas? aquí en GDl si se vió super lindo, traté de tomarle fotos pero no salieron...
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