Sobre todo a un genio como Arrigo Coen Anitúa, filólogo, maestro, trabajador digno, verdaderamente incansable.
A sus 93 años de edad Arrigo tenía mínimo cuatro trabajos, así iba y venía con su andadera, incluso subía escaleras, se trasladaba hasta el Centro Histórico en taxi, luego llegaba a sus clases de SOGEM en Coyoacán, de ahí a su casa cerca de Pácifico. Los fines de semana a su programa de radio.
Era un hombre excepcional, en una ocasión tuve que ir a dejarlo de la SOGEM a su casa, le pregunté cómo hacía para recordar tantas cosas, y me dio una receta sencilla: “olvido otras cosas”, ¿cuáles serían? no tengo idea, pero tenía una lucidez y un buen humor excelentes: cantaba lindas canciones, recitaba pasajes completos de óperas y de poemas, silbaba, y si sus piernas se lo hubieran permitido yo creo que también bailaría. A pesar de lo que decía sobre el olvido recordaba perfectamente que había comido y que había cenado en toda la semana. ¿Cuántos de nosotros podemos recordarlo?
Además era un gran comedor de sushis. Sus mejores lecturas eran siempre las que lo acercaran al estudio de las palabras. Yo creo que a eso se refería, no se metía más paja.
En una de sus clases dijo que el cifraba su bondad en su capacidad para ser feliz. En comportarse como un hombre bueno. "Es bueno ser grande, pero es más grande ser bueno", nos dijo.
En una de sus clases dijo que el cifraba su bondad en su capacidad para ser feliz. En comportarse como un hombre bueno. "Es bueno ser grande, pero es más grande ser bueno", nos dijo.
Fuimos la última generación a quién le dió clase, y conocimos de su sabiduría.
Descanse en paz maestro Arrigo Coen Anitúa. Pavía, Italia,1913 - México, D.F., 2007
3 comentarios:
Carmen, siempre es un gusto leerte, y lo digo loteraria y gastronómicamente
Yo también sentí mucho lo de los maestros y he estado triste.
Y también viaje por México y estuve feliz.
Muchos, muchos sentimientos encontrados...
¿nos vemos el martes?
Carmen, siempre es un gusto leerte, y lo digo literaria y gastronómicamente
Yo también sentí mucho lo de los maestros y he estado triste.
Y también viaje por México y estuve feliz.
Muchos, muchos sentimientos encontrados...
¿nos vemos el martes?
son pérdidas terribles para las letras de México y para Sogem, ahora ¿qué hacer? solo escribir para intentar saciar el vacío de su ausencia.
saracco
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