¿Qué por que ya no recomiendo restaurantes? Porque me da flojera hacer las reseñas y que no me las paguen, bah, a menos que realmente sea un buen lugar para recomendar, tal es el caso.
Gonzalo andaba muy aguado en su cumple, no quiso irse con sus cuates, ni que yo cocinara, ni recibir amigos, ni tener que ir por las chelas y ser buen anfitrión en su cumple. Quiso pasarlo sólo con las hijas y yo. Como él andaba con antojo de un buen bacalao sin ser navidad, ni semana santa, se me ocurrió que fuéramos a Casa Portuguesa. Y vaya que había variedad de formas y presentaciones, desde lomos sellados a las brazas o acompañados con jamón serrano, hasta bacalaos desmenuzados a las natas, con salsa de tomate, con arroz, con papa. Cada quién escogió su platillo fuerte y mientras empezamos a entrar en calor con unos deliciosos petiscos: Mejillones a la portuguesa salteados en vino blanco olivo y con pimientos, lulas fritos (calamares), bolinhos de bacalao.
Casa Portuguesa tiene una amplia carta para todos los gustos, hay también varios platillos con pato, conejo, carne de res, arroz con mariscos, pollo y hasta cabrito marinado y horneado. El lugar es muy agradable, con sus muros simulando sus típicos azulejos y una preciosa vajilla (tenía que ser) dan un ambiente acogedor, desafortunadamente estaba lleno, todo el ruido hacia difícil escuchar los fados que ponían para ambientar el lugar, mis ojos descubrieron en una pared este fragmento del famosísimo fado que canta Amalia Rodrigues: Tudo isto é Fado.
Tudo isto existe
Tudo isto é triste
Tudo isto é Fado
El servicio es bueno, siempre y cuando no toque un mesero novato tratando de contestarme mis preguntas, afortunadamente fue rápidamente asistido por otro con más experiencia. Eso de que atiendan meseros que no sean capaces de saber detalles sobre los platillos que ofrecen es de pena ajena.
Brindamos con un vino Pisa a Pé, producido según la tradición pisado a pie en lagar típico de piedra, de las castas tradicionales portuguesas Trincadeira y Castelão. Este vinito literalmente hecho con las patas, no por eso menos rico nos acompañó muy bien toda la tarde, que poco a poco se volvió tranquila cuando muchos comensales se fueron yendo, dando oportunidad para disfrutar de la música y llenarse de saudade.
Almas vencidas
Noites perdidas
Sombras bizarras
Na Mouraria
Canta um rufia
Choran guitarras
Amor, ciúme
Cinzas e lume
Dor e pecado
Tudo isto existe
Tudo isto é triste
Tudo isto é Fado
Casa Portuguesa
Emilio Castelar 111 –A
Polanco
Valet Parking
5281-0075 5280 6885
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Hace 12 años.
1 comentario:
ah que delicia...que bueno que ya había comido antes de visitarte.....
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