En otros tiempos se les decía a los niños:
"Hijito, cómete tu pingüilíngüi"
Pan era una palabra impronunciable. Así pasa hoy en día
con la vulva, el pene, el cítoris y los testículos.
Todos tan buenos como el pan.
"Hijito, cómete tu pingüilíngüi"
Pan era una palabra impronunciable. Así pasa hoy en día
con la vulva, el pene, el cítoris y los testículos.
Todos tan buenos como el pan.
Nuria Gómez Benet
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