Observenlas bien
No son muy comunes
Todas son bellas
Febrero es el mes de sembrar la semilla, de abonar la tierra. En otros años en esta época preparaba toda la parafernalia para sembrar mis jitomátes hidropónicos, les daba una acicalada a mis plantas que tengo en los arriates de la entrada, en mi patio trasero y la azotea. Contrario a todo esto, esta cocinera y jardinera en desgracia se despide de muchas de sus plantas.
Se las ofrecí a Marú, a mis hermanas, a mi madre, a mis vecinas, a todos los que sé que podrían valorar lo que representa un ser vivo que requiere muy poca atención: agua, sol y de vez en cuando cambiarles la tierra y deshierbar. Pero son muchas, todavía tengo un montón y las estoy regalando.
Dice Nietzche que:
Donde hay sepulcros hay resurecciones.
Me duele deshacerme de ellas, es como estar quemando mis naves, pero lo tengo que hacer.
3 comentarios:
Carmen, yo sé de tu dolor y conozco tus plantas.
Yo te busco.
Z.
Hola Carmen: Yo tambien adoro las plantas, todas, de sol y de sombra. Con flores y sin ellas, de todos los colores.... me encanta oler la tierra mojada, y paso mis horas acompañada con ellas. Ellas escuchan mis penas... Pero no tengo lugar donde ponerlas, vivo en una casa pequeñisima y las extraño tanto...
Gracias Mimí:
Tú sí sabes disfrutar estar al lado de las plantas, hablamos el mismo idioma.
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