"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

lunes, marzo 27, 2006

Artesanías y Arabes

Primero fue un hospicio, luego con Porfirio Díaz estuvo cerrado casi veinte años, lo reabrieron para instalar oficinas de la tesorería, también ahí estuvieron las oficinas de la Marina que, con los sismos del 85 tuvieron que trasladarse a otro lado. Hasta que se decidieron a rescatar este edificio que es una hermosa muestra del Art-Deco y hacer ahí la sede del Museo de Arte Popular.

Mucho tiempo estuvieron pidiendo donaciones y se fundó una asociación de Amigos del Museo. Apenas fue abierto al público en este año, y como yo lo esperaba fervientemente, apenas ayer fuimos a visitarlo

Me dio mucho gusto ver el edificio recién pintado y subir en un elevador de cristal mirando la bóveda del cielo. Alcanzamos a visitar nada más dos pisos, nos faltó uno más. La mayoría de las artesanías son actuales, varios artesanos conocidos míos hay ahí, con algunas piezas que son verdaderas joyas, sobre todo la sección dedicada a las miniaturas.

Pero había algo que no alcanzo a entender qué fue lo que no me gustó. Tal vez sea la manera de clasificar los objetos y las fichas sin menor trascendencia, sobre todo los del tercer piso, el segundo lo tienen mejor clasificado por temas y por objetos. Esperaba ver mejores donadores como Banamex que tiene una colección impresionante de artesanías, o de otros museos como el Franz Mayer, que tienen tanta cantidad de piezas inútiles que nadie ve en sus bodegas. Como ya no nos dio tiempo para seguir viendo el primer piso, nos dimos una vuelta rápidamente por la tienda del museo, cuando ¡Oh, sorpresa!, los precios están más caros que Fonart, y hacen falta objetos más bellos. Seguiremos el recorrido el próximo domingo. Espero cambiar mi percepción de este lugar, de todos modos es magnífico que por fin un país como este, en donde hay tanta artesanía y tan buenos artistas, le brinden un digno lugar para exponerlas. Esto está en Revillagigedo 11, esquina con Independencia en el Centro Histórico. Es gratis.

Después de ahí corrimos a encontrarnos con la hija que ya se está abriendo camino y que nos había invitado a comer. Nos quedamos de ver en la calle de Madero para ir al Al-Aldalus que estaba ubicado arriba del Centro Joyero, cuando llegamos nos sorprendimos ver que ya lo habían cerrado. Como el hambre activa las neuronas de todos, nos fuimos al otro Al-Andalus que está en Mesones, llegamos en taxi para evitar toda la gente que iba llegando al zócalo para ver a Manu-Chao, (ni modo no lo pude ver).

Obviamente le reclamé al dueño por qué cerró ese lugar y sobre todo, ¿dónde dejó a mi gustado Chef Mohamed que me llenaba el ojo de contento cuando lo veía? El dueño (que está como yo merezco) me dijo que porque cerraban hasta dos días a la semana la calle de Madero y eso bajaba las ventas, pero que próximamente van a abrir otra sucursal en Donceles. Eso espero para llenar otros apetitos y ver a Mohamed.

Como no quisimos dejar en la inopia a la hija que nos iba a disparar la papa, casi todos pedimos el plato libanés que trae jocoque, humus (garbanza molida con aceite de oliva y limón) tapule, berenjena molida, falafel, arroz con fideos y lentejas, kipe bola, kipe crudo, hojitas de parra rellenas, calabacita rellena de arroz y carnero y rollitos de col. Este platote cuesta $ 110 y es el mejor de otros restaurantes libaneses que conocemos. La más comelona fue la hija que pidió berenjenas al Andaluz $48.00 estaban riquísimas y un taco de chorizo árabe(carnero) eran tacototes con pan árabe, sobre todo muy recomendable el Shahuarma de carnero. Todo esto acompañado por una botella de tequila que corría por toda la mesa. No podíamos de dejar de comer los maravillosos pastelitos árabes que hacen aquí y que les quedan tan buenos. Esos generosamente Gonzalo los disparó. Nada que ver con los que venden en Biblos, o en Adonis. Estos están hechos con excelente mantequilla clarificada y pistachos. Los más ricos valen $12, otros de $15 y las empanadas rellenas de natilla con agua de rosas $30, buenísima.

Restaurant Al Andalus

Mesones 171 Col. Centro. C.P. 06090

55 22 25 28 y 55 22 25 62

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