¿Quién quiere lentejas? Las lentejas guardan una memoria proverbial y en su íntima enseñanza nos habla de historias bíblicas. El hambre, la miseria y la sed de poder.
¿Quién quiere lentejas? Todos los que estiren la mano, el hambre es canija, corrosiva y estúpida. Pero todo tiene un precio y como la desmemoria abunda, se cambian los derechos por el objeto.
¿Quién quiere lentejas? Todos los que niegan que comer es un acto político. Nuestra insaciabilidad influye en las estadísticas mercadológicas, ecológicas y electorales. En la mesa se conspira, se planea.
¿Quién quiere lentejas? Yo quiero lentejas, pero no de esas lentejas que metafóricamente marcan el colofón a los sucesos ocurridos en el país.
Las lentejas guardan tanta memoria y afecto, abrigo y sencillez. Estas fueron especiales les piqué un manojo de chipilín.
Un quelite muy típico de Oaxaca, Tabasco o Chiapas, le dicen chipilín o chepil. Sembrado en estas tierras lo encontré con las hojas más grandes y de sabor más intenso, pero con todo eso salió delicioso. También le puse unos charalitos enanos de Puerto Escondido, Oaxaca; son muy chiquititos, secos, como pequeñas hebras, ni los ojos se le ven, no sé como se llaman pero son así.
Sí, salió movida la foto y ya se me acabaron, los venden en el mercado de Puerto Escondido. Cuando vayan búsquenlos y le toman una foto, me la mandan y ya queda mejor esto.
Otra cosa que hice distinta en estas lentejas fue que no molí el jitomate, le quité la cáscara y lo rallé. Los jitomates saben de reposo, de temperaturas, de métodos de cocción. No es igual una salsa con tomates asados, hervidos, con cáscara o sin cáscara. Son temperamentales, tienen su propia personalidad según le demos uso.
Y también le puse cebolla morada y mucho ajo.
Han sido días intensos, lluviosos. Comamos una sopa libre de culpas y tengamos memoria de los agravios.
15 comentarios:
Qué buen post, Carmen, y como siempre, conociendo más y más ingredientes de la cocina mexicana a través de tu blog.
Estoy de acuerdo con lo de los tomates, son sin duda temperamentales y cambian mucho según la forma que se corten o qué parte se deje para cocer. Necesitan entendimiento.
Saludos
Me encantan las lentejas, Carmen. No sé si será porque de niño mi madre me hacía unos purés de lentejas maravillosos, o qué, pero me gustan. ¡Ah! pero que estén bien cocidas, no soporto las lentejas (ni niguna verdura) "al dente". Las tuyas me han fascinado, sobre todo por los charales (de hecho nunca las he comido con pescado). No te digo que voy a probar, porque aquí no hay charales, pero seguro que están ricas.
Un abrazo
No se me hubiera ocurrido ponerles charales seguro les dan un sabor riquisimo, linda entrada Carmen besitos.
Yo he comido las lentejas con camarón pero nunca con charcales, se ven ricas.
Esos comentarios tuyos son bien acertados, pero de eso mejor ni hablar, soy muy mala para ese tema. De tus lentejas si hay que decir mucho. Me encanto la receta y tengo charales del lago de Patzcuaro y lentejas, lo único que habré que conseguir es el chipilín y, pues a ver donde.
Muy buen post, Carmen!
Ah! Y que bonita servilleta!
¿Por qué no hablar del tema, si es de nivel nacional, aunque algunos medios masivos de comunicación se empeñen en ocultar? Bah.
Que buenas las lentejas, con sus charales y el chipilin. Aqui venden el chipilin en manojos grandes ya que hay una poblacion muy grande de gente de El Salvador. Auqnue a mi me gustan en tamales. :)
Me encanto to filosofia de los tomates, y si como cambian un platillo segun los prepares. En lo personal, cuando le agrego tomate rayado a un guisado, siento que le pongo mas dedicacion a lo que cocino. Ya se ideas mias.
Oye esa cazuelita esta rechula de bonita. Coqueta, compacta y maciza. No como las que venden aqui, que lo mas probable sean de China. seria el colmo, verdad?
Saludos y que gusto verte publicar tus comidas siempre tan creativas e inovadoras.
Mely
Claudia: Los jitomates se mueven de acuerdo a los cíclos circadianos, jaja. Un abrazo
Sorokin: ah, estos charales son fascinantes pues no se siente el esqueleto que luego amarga, son delgadísimos, tendré que volver a Oaxaca por más.
Normita, que te encuentres muy bien, querida mía, gracias por pasar.
Prieta: ¿Qué crees? Las lentejas se me voltearon cuando terminé la foto sobre la servilleta, fue un accidente, por fortuna no se vació toda la sopa.
Mely: Ya no me acuerdo dónde compré esa cazuelita, supongo que en Tlayacapan, Morelos, que es donde compro mis tepalcates queridos. Cuando vengas a México, búscame y te llevo. Un beso
Querida Carmen:
Aunque tu platillo luce delicioso (y ocurrente con lo de los charales), esta vez me quedo defintivamente con tu mensaje político.
No sé ni como describir mi estado de ánimo. Indudablemente hay coraje, rabia ante tanto descaro y desfachatez, pegada a la impunidad de costumbre. Pero también hay una percepción de algo muy triste, queda la impresiòn de que, a fin de cuentas, somos un pueblo bastante decidioso (más de 35% de abstención), y bastante cargado a la derecha.
Pienso que ahí está el reto que no se ha querido afrontar en forma más abierta.
Recibe un abrazo cariñoso y solidario.
RRS
Gracias Xerófilo, en efecto este blog siempre se expone algo más que una simple receta, hay un profundo encabronamiento por parte de todos los seres pensantes y sensibles de este país por esa canallada que ha sucedido.
En cuanto a la abstención no sé, dicen que fue una votación histórica. Más que otros años, porque esa mayoría que no lo hace, la parte más amolada de nuestro país, fue a emitir su voto mediante su respectivo cohecho.
Abrazo solidario de retache
Me fascina todo el conjunto, el ensayo, la cazuela, las lentejas, el mantelito...
De verdad que el tomate es así como dices. Hice una salsa de tomate, según yo "a lo tarugo" porque eché todo en la licuadora (el tomate, un chile serrano, un trocito de cebolla y un diente de ajo) crudos y lo freí, le puse sal y un chorrito de aceite de oliva crudo al final. Es la salsa mas rica que he comido últimamente... y no recuerdo que jamás me haya salido así de rica
Besos Carmen
Qué rico!! justamente hoy tenemos lentejas, las hace mi hija. Le pone puré de tomates, la cocina moderna tiene esas cosas. Igual saldrán ricas pues son mi comida favorita. Besos.
Hola querida Carmen:
Comparto el encabronamiento, acompañado de tristeza, coraje, todo mezclado en un coctel bebido cada vez que escucho a los cínicos celebrar su "triunfo".
Ash.
Pero no será nada fácil para él, para ellos, vamos a exigir ahora más a su trabajo, al menos en este cuadrante de la ciudad.
Mejor comamos lentejas, no corajes.
Besos amiga.
A mi las lentejas me encantan,al menos las como una vez por semana,ademàs son muy nutritivas y no son tan pesadas como los frejoles u otras menestras.Teresa J.
no, yo solo con la imagenes tengo para antojarme que buen blog , saludos.
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