Cuando era niña tenía una ignorancia prodigiosa con respecto al crecimiento de los dientes, bueno, más bien la tenía a todo en general.
Yo creía que si un diente se caía, volvería a salir una y otra vez. Por eso cuando dejé de tener dientes de “leche” y salieron los permanentes no me preocupaba que mi madre me llevaba a su dentista de la calle de Allende. Recuerdo las vitrinas que había a la entrada de su consultorio con varias dentaduras postizas, eran espeluznantes. Pero lo que más permanece en mi memoria era un cartel de pesadilla y la imagen de una mujer con un trapo amarrado a la cabeza, no había nada más aleccionador que leer: “no hay peor dolor que la espera del dolor”, ¡ay nanita!
Era por esa frase y la imagen que yo me dejaba conducir mansamente al consultorio y, porque pensaba que después me volverían a crecer más muelas. Mi madre se obsesionaba por llevarme a sacar cualquier diente malo. Supongo que así la educaron a ella, porque le salía más barato extraer el diente antes que hacer todo lo posible por salvarlo y porque la dentista con quien me llevaba no sabía hacer grandes reparaciones. Como yo era una niña ignorante no me importaba, sabía del dolor que padecería pero también sabía que tenía libertad para comerme después todo el catálogo de golosinas, azúcar y refrescos que yo quisiera. Mi madre tenía una dentadura postiza completa en la parte superior, y yo poco a poco me iba preparando para alcanzarla.
Crecí salvaje e ignorante respecto al cuidado bucal. Cuando tuve la suficiente conciencia para tener la responsabilidad de mi boca, era demasiado tarde. Hasta los diez años creí que un dentista sólo servía para sacar muelas y poner amalgamas. Mi boca en realidad era como una casa con goteras, vidrios rotos, tuberías con fugas, instalaciones de luz haciendo corto, humedades y salitres. Todavía hasta hace siete años mi dentadura había sido una facha. Finalmente alguien me recomendó un excelente dentista. Yo sinceramente a esas alturas no tenía muchas esperanzas, había pasado por un largo desfile de dentistas malos, careros e ineficaces. Este nuevo médico hizo muchos cambios y reestructuras notablemente en mí, es decir, recibió mi boca en ruinas y me devolvió una sonrisa como para portada de revista. Tengo muelas perfectas para morder y masticar a la perfección.
Desgraciadamente sé que esto no será así para toda la vida, por mucho cuidado y visitas periódicas al dentista todo llegará a su límite. Es por eso que me preocupa ver los cambios físicos que tiene la gente en su boca con sus reparaciones y dentaduras postizas a lo largo de los años. Dejan de masticar y morder con la misma fuerza que tenían antes, los “puentes movibles” se les empiezan a despegar y “bailan” dentro de su boca, y algo que me impacta más es descubrir que incluso el sonido de la voz también les cambia para empeorar. Eso ha pasado con mis seres mayores que quiero y aprecio.
Mañana cumple años mi madre. No tengo muy claro aun que clase de menú le prepararé para celebrar sus 86 años, sólo sé que los alimentos no deben ser: ni queso, crema, leche, mantequilla, grasa, res, puerco, chile y sobre todo que no sean cosas de mucho mascar y mascar. Desde hace mucho ha sacrificado muchas comidas, entre su colesterol y ahora su dentadura que es imposible que permanezca fija.
Cada que doy un buen mordisco a algo que me encanta, agradezco inifinitamente poderlo hacer y espero que siga así por muchos años.
Choc Chip Cookies
Hace 12 años.
10 comentarios:
Parece que estás haciendo una radiografía de mi boca, desde hace muchos años no le pego una buena mordida a una manzana, ni siquiera mastico bien la carne y una pierna de pollo que tanto me gusta, todo tiene que ser sacado con un cuchillo. Incluso cargo una navaja suiza para cuando algo se ofresca.
Lo peor que me ha pasado en años es darme cuenta de que todo se ha ido mermando.
Dentro de pronto me uniré al club de la papilla y las migas.
Un beso
Felicidades a tu mamá, que gracias a ella tenemos Carmen!
Tu mamá es escorpión, como yo : D
Qué tal es ser hija de una escorpión?.. cuentaaaaaaaaaaaaa!!!
Mi dentadura no sirve para comercial de Colgate, porque como dice mi hermano, me quedé con dientes grandotes de adolescente chato gracias a mi mamá y al dentista Soto-Almazán que los encontró robustos aunque no hermosos y dijo que era mejor una dentadura sana, robusta y funcional que una descarapelada mal trabajada por aparatos embellecedores... a cuidarnos los dientes, si es que todavía nos quedan algunos!!
Estoy viendo que mi muñeca gritona me retrata muy bien, así son mis dientes.. jajajaja
Carmen,
Leí tu comentario en mi blog, pero prefiero responderte en el tuyo. (Es que, amiga, entrar en tu blog es toda una agradable experiencia!!!).
Vamos por partes:
1º. Cuando te pregunté en que parte estabas, me refería a "qué parte de México"...
2º. Voy a intentar enviarte arroz basmati y un paquete de harina de espelta a México. Yo creo que si viene en su envase original, donde dice que ha pasado todos los controles necesarios, no haya problema para que te requisen el paquete. No creo que sea muy caro, ya tanto el arroz basmati como la harina de espelta son productos que no cuestan mucho, así que si se las quedan, mala suerte, pero igual tenemos suerte y te llegan.
Pásame un email con tu dirección de correo (postal) para el envio a:
ipuent@gmail.com
y probemos suerte...
Besos,
IDania
Hola Carmen:
Cuando vi el título pensé en que se iba a hacer una limpia general y de a de veras en las policías de México. Es en serio.
Llegando al punto de lo que nos dices. Tienes razón. Hay que disfrutar la dentadura mientras la tengamos. No quiero entrar en detalles respecto a la mía, pero estoy cierto de que me da gusto que la tuya esté lozana y que la disfrutes tanto.
Saludos
RRS
¿Qué cómo es tener una madre escorpión?
Es como subir la montaña rusa cada que la veo y trato de tener una plática sensata con ella.Siempre ha sido difícil y yo creí que con los años iba a ser mejor, pero no, somos como agua y aceite, sin embargo creo que ella no podría vivir ni disfrutar tanto la vida si yo no la apoyara.
Eso es todo
Carmen, qué razón tienes, la boca y los ojos son imprescindibles, lo demás, a quien le haga falta que se lo busque jajjajjajja, tú ya me entiendes.
A mí de niña me hicieron muchos empastes, amalgamas creo que llamas tú, por lo demás la tengo muy bien, me la cuido y hago revisiones todos los años. Sabías que a través de una muela que huela mal se puede detectar un cáncer? Eso leí una vez y justo así me pasó. Me habían quitado una muela que ya no estaba para más, sin entrar en detalles, aquello estaba podrido y en 15 días me detectaron el cáncer. Luego cuando leí esto me quedé 0_0
Besos
Ana
Nunca mejor descrito lo de la madre escorpión, tambien la mía lo es, que buen post Carmen, y así es no hay nada como poder usar la dentadura, mi dentista es buena pero es super grumpy y cree que tengo 7 años porque me regaña como tal, sigo con braquets a mis 33 años y bueno que le vamos hacer...
Aquí el retoño será acuario... es que ustedes reinas, Carmen y Pillo, son los cocos del escorpión: un leo y un aries... Jesús de Veracruz!!
Cirri, si te urge la dirección de mi dentista escribeme a mi mail:
sociedadamazona@gmail.com
A todos les agradezco sus comentarios
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