"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

domingo, febrero 22, 2009

El carnicero de Tebas

El carnicero de Tebas
Hay cosas que sólo me pueden pasar a mí. No sé, parece como si tuviera algo que lo atrae o tal vez se deba a que de alguna manera quién busca encuentra y siempre encuentro casos raros con la gente y la comida.Desde hace mucho tiempo cuando voy al mercado compro la carne en la misma carnicería. El dueño siempre está al pendiente, pero él no atiende a los clientes, para eso tienen a uno o dos empleados que se encargan de cortar la carne y pesarla. He visto pasar varios empleados a lo largo de los años de comprar ahí, algunos más hábiles o algunos más amables que otros.

Actualmente tienen un empleado bastante extraño, cada que lo veo parece como si estuviera acercándome a visitar a la esfinge egipcia y me dirá algún oráculo indescifrable para que me acompañe a lo largo de la semana o hasta que regrese de nuevo a comprar carne.Entre el bullicio natural de un populoso mercado de barrio, sin que reine el silencio y las ráfagas de aire caliente de un desierto nubio, este carnicero de ojos inquisitivos y felinos siempre me suelta sus consignas apenas me subo a la tarima de madera del mostrador. Tiene unas orejas puntiagudas como de gato, es muy moreno y corpulento, con una voz tan ronca que a veces cuesta trabajo alcanzarlo a oír. No tiene garras ni uñas largas, lo que si tiene son unas manazas enormes que filetean la carne con la experiencia que dan los años. En ocasiones mientras espero que me despache los bisteces del buey apis, él ya me soltó dos o tres frases inexplicables que prefiero olvidar. Pero tengo que admitir que en otras ocasiones sus palabras dejan reverberando mis pensamientos durante días. De repente siento que lo que me está diciendo es la letra de una canción de José Alfredo o que tiene un pequeño libro de aforismos y de ahí saca la retadora frase del día. Aunque debo aclarar que no a todas las personas a las que atiende les dice cosas. Tampoco sé si las escoge al azar por alguna razón especial. A veces he escuchado que a otras señoras les dice cosas igual que a mí o a veces sólo se enfoca en su trabajo y no dice nada.

Pero su mejor peculiaridad es que es asertivo y profético.

No es fácil recordar todas las cosas que le he oído decir a este señor de Tebas en plena colonia Guerrero. Al principio supuse que estaba un poco chiflado, luego se me hizo que era un tanto acosador. Incluso pensé en dejar de comprar ahí y quejarme con el dueño. Pero son de esas cosas que de repente olvido por comodidad y volví otra vez, fue entonces cuando me soltó una frase que decía:

“Hazlo, nadie se va a dar cuenta” –glup, tragué saliva y salí de ahí como si hubiera recibido una autorización sagrada, el pasaporte para descubrir el universo.

Cada cosa que me decía tenía tanto para aplicarse a mi vida personal. Oir las palabras del carnicero eran más confiables y divertidas que romper una galleta china de la suerte o leer mi horóscopo.Estas fueron algunas de sus palabras que se deslizaban enigmáticas mientras me entregaba los trozos de carne que me había cortado, algunas las alcanzo a recordar sólo porque las escribía antes de volver a mi casa

Los ángeles resucitan
Ya sabes lo que haces, ya estás grandecita
Tu derrota la tienes sepultada
Compra oro va a subir en octubre
Un buen revolcón sacude un caldo empolvado
Un nudo no ata lo que se ha roto
Un hueso nunca es pequeño
La falda de res la traes chueca
Una cosa lleva a la otra, un filete al asado

Son las pocas las frases que recuerdo, al principio hubo otras totalmente impenetrables que nunca tuve la precaución de escribirlas, me hubiera divertido más con ellas.

Esta situación de visitar al carnicero de Tebas, como ahora lo llamo, sólo ha hecho que evite ir tan seguido a ese puesto y no me entusiasme comer carne. Por primera vez en mi vida seguiré una vigilia y ayuno en esta cuaresma para evitar los oráculos del carnicero.

13 comentarios:

190.arch dijo...

Nah.. te cae Car, que tienes oráculo en la carnicería así?
Da medio miedillo, pero también mucha curiosidad, no dejes de ir, no dejes de comer carne.

Juan Carlos Medrano dijo...

Sí; en Xalapa existe desde hace mucho un bolero en el centro donde van los políticos. Es ciego y nunca mancha. Dicen que su epsosa es santera.

Un abrazo grande.

Pillo dijo...

No mamar, a mi me dice esas cosas y huyo, chale que gente mas rara, y nunca le preguntas que que dijo? o porque? a mi me da miedo...

Carmen dijo...

Quien sabe Cruela y Juan Carlos, la verdad es que ya he pasado por gente visionaria en mi vida y me asusta un poco. Una vez en una ceremonia de candomblé se me acercó el que estaba en trance murmurandome cosas incomprensibles al oido, sucedieron muchas desgracias después. Y no soy afecta a las lecturas de tarot, cartas, te, agua, café, pies, horóscopos, oráculos, cábalas, prefiero apostar a ciegas a los caballos y estar bien borracha para cuando venga el resultado final...

Brenda dijo...

Bueno pero, te dice las frases asi nomás, o está platicandote algo y de repente saca sus frases?
Está raro, no? Yo no regresaría. Eres valiente.

Saludos Carmen

ka! dijo...

Confesión:

Gordito ama la carne.

Gordito no ama el carnaval de veracruz,

Gordito niega rotundamente haberse ido a tomar unos drinks con su Sisternísima,

Gordito jura que no conoció a un grupo de paramédic@s tlaxcaltecas,

Gordito negará rotundamente haber armado una party en su balcón con la horda de desconocid@s.

Gordito no fué manoseado mientras bailaba al estilo de tito nieves.

Gordito no come carne,

Insisto: no me gusta que me abandonen en carnaval!

Carmen dijo...

Brenda: El hombre no habla, sólo te suelta sus consignas y claro, te dice cuanto fue de la carne. No soy valiente, me gusta alucinar barato con él.


Ja, no te preocupes Ka, todos los execesos y sexos serán redimidos, para eso está el miércoles de ceniza, todo se lo lleva el polvo, hasta la sonrisa de las paramédicas....
Aunque has de haber estado muy entrado como para estar con paramédicas y luego Tlaxcaltecas, aguas, en una de esas te dan etanol con cocacola.

Lena yau dijo...

Cermen, vengo a darte las gracias por tu aporte en mi blog y ¿qué me encuentro? !una maravilla de página! !Me encanta! !Te felicito!

Voy a pasearme por aquí un ratito!

Besos desde Madrid!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Carmen:
¿Sabes que te ha salido como un cuento fantástico de los buenos? Será real, pero da cuerda para una buena ficción.
Gracias por el post!

RosaMaría dijo...

Hace tanto que no te leo! Lo que me perdía! Muy bueno, impresionante su figura, sus aforismos son para tener en cuenta. Y tu relato sin desperdicio, un abrazo

Puroshuesos dijo...

Recuerdo a un boleador al lado del paseo bravo-Puebla, México-que tambien es otro sabio callejero, dice sentencias como: "hay 2 cosas que ningún hombre se salva de hacer: Hacerse una chaqueta y gigolear a una mujer"

González Luis dijo...

Lista tu solicitud de cocteles con guaro tico ! En mi pag.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Que bárbara, esta maravilloso, me encantó y me moría de risa como dice Lluis Salvador, dá para más. Felicidades cada vez escribes mejor. Lucrecia.