"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

jueves, enero 08, 2009

Ya me piqué

Dicen que hay un alto índice de personas que en las fiestas de fin de año adquieren una adicción. Yo desde hace cinco días vengo padeciendo algo que podría llamarse una dependencia. Sucede que al caer la tarde, cuando la temperatura baja me doy cuenta que mi cuerpo se encuentra atrapado en una necesidad por satisfacer un antojo especial. Me pide nada más y nada menos que una tlayuda. Oh sí, ese tostadón enorme que untan de grasita y frijoles, encima tasajo y quesillo.

Las vacaciones en Oaxaca fueron las causantes de que yo genere y degenere en una TLAYUDADICTA.

Todo empezó el 24 de diciembre comiendo en el mercado mi taco placero que es tradición en este lugar. El mecanismo para que uno coma es de lo más correcto y elaborado. Igual que en el mercado de Toluca. Uno llega pide su tasajo o sus chorizos que se va a comer con el marchante de la carne, ellos mismos lo cocen a las brazas, con otros vendedores se piden las tortillas enooormes que se comen acá, luego más allá alguien te ofrece donde sentarte y que beber, por ahí te acercan las cebollas de cambray, rabanitos, aguacate, limónes y nopales para que acompañen la carne. Una maquila gastronómica perfectamente bien coordinada para que al final uno termine sintiéndose completamente satisfecho y feliz por venir a comer al mercado.

Pero esta vez no hubo tiempo suficiente para hacer los honores a los siete moles oaxaqueños, nos tuvimos que ir a la costa. Así como los pachuqueños comen una o dos veces a la semana pastes, igualito les sucede a los oaxaqueños, lo más recurrente y fácil de encontrar para alimentarse: pues una tlayuda. Y ahí empezó todo en Puerto Escondido:


primero la tlayuda del sábado

la del lunes


la del martes

Hubiera podido ilustrar la del jueves pero ese día como era fin de año no vendían casi nada y como estabamos en la playa, ésta de abajo fue nuestra cena de fin de año: unos tacos de bistec comprados con un taquero en la única calle de Zicatela. Que casi casi era un taquero oaxaqueño al borde de un ataque de nervios, su capacidad para atender a tanto chilango hambriento lo rebasó, ni aguanta nada, pobre.
Cuando yo veo esas cosas me da harta pena, aquí en la ciudad uno va con su taquero favorito y pide fácilmente su hora de tacos, en donde te despachan de a 18 o 25 tacos en 10 minútos. Por eso allá luego llegan los chilangos, (yo no, aunque no lo crean soy bien prudente y educada en casos así, no ando haciendo panchos e irigotes como acostumbran los demás, lo hago sí, pero acá en mi tierra) y quieren que los atiendan a la voz de ¡ya!, exigiendo lo imposible. Yo me quedé fácilmente como media hora esperando mis 10 taquitos muy tranquila hasta que el buen hombre pudiera sacarlos y así nos dió la medianoche, él sudando la gota gorda y secándose con el delantal aprovechó: qué mengache pá acá señito, un abrazo de año nuevo, felicidades, por fin, ahí están sus taquitos. Llegué con mis tacos hasta la playa donde me estaban esperando, con una lámpara improvisada hecha con una veladora adentro de una bolsa de papel con arena y así recibimos el año nuevo. Los tacos estuvieron re feos, mientras más mascaba esa carne dura, más ganas tenía de una tlayuda. Pero mañana me cansó que me como una, pensé. Aunque sea la última de este recorrido. Pero no hubo tlayuda, ni nada, fin de la vacación.
Ahora aquí, a estas horas de la noche, en esta soledad de mis palabras, yo necesito con urgencia, sí, una dosis intravenosa de ¡TLAYUDAAAAAS!

12 comentarios:

Brenda dijo...

Mmmm... esos tacos de carne en el mercado si se me antojaron...mmmm... ne recordaron a los de cecina en el mercado de Chalco...mmmm... creo que iré el fin de semana, jejeje
Las tlayudas me gustan también pero no sé dónde las podrás conseguir ahora mismo. Podría ser en el centro pero creo que no es lo mismo a lo que tú probaste, no?
Saludos

Libradita dijo...

que delicia!!! tengo que ir a oaxaca prontoooooooo

a n i s h i dijo...

Tú sí que sabes vivir Carmen!!!!
Feliz Año te deseo a ti y a todo tu entorno, ya me entiendes. Veo que has estado empachadísima, te va a tocar hacer un poco de ejercicio, no te creas que por tener ese cuerpo tan bello a pesar de nuestros pesares, te vas a permitir el lujo de engullir todo lo que nos estás contando y que no se te note (pura envidia la mía ehhh).
Un abrazo guapa. Me sigo partiendo de risa contigo, eres fantástica.
Ana

Alea Reygo dijo...

Yeah!!!! una Tlayuda!!!! ¿'onde conseguiré una?

190.arch dijo...

Ah, mira nada más!
Qué bien te procuras, chula. Aquí me tienes salivando, que además no puedo dormir.
Pos no que no tenía contador en el blog?, estoy viendo clarito que sí!

Carmen dijo...

Ah, canija. Como no recibí tu ayuda me acordé que tenía una copia de mi plantilla y así la pude recuperar. Lo asombroso fue que retomó la numeración. Y ni tuve que molestar a mi cuate que me ayudó a ponerlo por primera vez.

Enrico dijo...

¡Hola! Mil disculpas por lo del link, en breve lo solucionaré, el nuevo template sólo mete 25 sitios e incluso me puso un par que ni quería poner y me sacó otros muy estimados, como el tuyo. Y claro que sigo pasando por aquí a que se me antoje todo, y claro que vi tu libro gracias a Eileen y claro que la envidié cuando me contó todo lo que le hiciste de comer y por haberte conocido. Un abrazote y estaré dando la vuelta. Saludos.

sol dijo...

Hola Carmen,
Que manera de gozar, las fotos me han dado hambre y ganas de comer tacos! Nunca he estado en México y sueño con ir... Por ahora viajo a través de tu blog.
Saludos,
Sol

Anónimo dijo...

Hola,
Buscando recetas yucatecas, te encontré, está muy bueno tu blog, me encantan las anécdotas mexicanas contadas de esta manera.
saludos desde Suecia

Anónimo dijo...

Vayan al restaurante La Destileria que esta en Toluca, esta delicioso, aparte el lugar esta increible y la atencion excelente se los recomiendo muchisimo.

Carmen dijo...

Brenda: ¿Dónde vives? Yo también creo que aunque las consiguiera aquí nunca se aproximarían a las de allá.

Libradita: yo también tengo que regresar a Oaxaca pronto.

Ana: Yo misma padezco mis consecuencias amorosas con la comida.

Alea: Si la encuentras avísa.

Cruela: ya te contesté

Enrico: ´Ta bien hombre

Sol: Bienvenidos todos los nuevos que se acercan al fogón mexicano

Lorena: Saludos muy muy calurosos para ti paisana hasta esas tierras gélidas, brrrrr, paso.

Claudia: ¿La destilería? ¿Es acaso de la misma cadena como el que está en pabellón Polanco acá en el defectuoso?, Naaaaah, prefiero comer chorizos verdes y cecina enchilada en el mercado de Toluca. Gracias de todos modos por pasar por acá.

Pillo dijo...

Todo lo que es la Costa de Michoaan hasta llegar a Oaxaca debes ir armado de paciencia para comer, los tacos costeños siempre me han parecido malos, malos, mejor las pescadillas o algo así, pero eso si con paciencia, porque uno come 1 hora despues de pedir...En fin, todos los tiempos son diferentes...