"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

lunes, abril 02, 2007

Once días en Guadalajara

“En los laberintos no es importante encontrar salidas, sino el transitar”, eso dijo Guillermo del Toro en rueda de prensa, y así fue esta experiencia en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, recorrí un laberinto, a veces de subida, otras de bajada, incluso con sus tropezones y sus moretones. Ir y venir del Hotel Fiesta Americana al Hotel Plaza Diana, buscar la nota para luego transcribirla, y había que aceptar la novatada, la incipiente reportera, que no tenía ninguna idea de lo que se avecinaba. Incluso manifestar mi ineptitud al tratar de explicar en palabras comunes cómo funciona el artículo 226 de la Ley de Cinematografía.

Descubrí que el problema central que tiene una película es encontrar un espacio en nuestros propios mercados nacionales y en los de Latinoamérica, es decir, en la visibilidad de las películas, para evitar que las pantallas se colmen del cine norteamericano.

Me conmoví con las lágrimas de Vicente Leñero en su homenaje que le realizaron en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara.

Volver a la discusión sobre ¿quién es más importante, el director o el guionista? Posiciones encontradas entre Guillermo Arriaga y Vicente Leñero, para días después escuchar a Costa-Gavras y luego a Rubem Fonseca, afirmando cada uno por su lado su verdadera vocación, el cineasta-director, o el escritor-guiónista-demiurgo, creador del primer montaje, los que marcan el ritmo con las palabras.

Me quedo con lo que dijo Vicente Leñero en este festival, uno debe aprender a ver cine, no como cualquier persona, sino aprender del guión, de qué manera está estructurada la película, la gramática de los contrapuntos, de los contrastes, qué personaje entra, cómo sale. Pero sobre todo, es importante que el guión no se note, dijo que eso era la mejor virtud, saber que nos contaron una historia pero no supimos cómo. Comparó un buen guión como un buen trabajo de ebanistería, sin que se vean los clavos, los ensambles.

Aprendí finalmente que el cine no es una vocación, es una pasión y así fue todo este festival, realmente una pasión muy fuerte lo sostiene y alimenta. El esfuerzo, cariño, entrega y locura de mucha gente.

Post Scríptum: Gracias a mi amiga Lourdes Hernández por invitarme a la aventura agotadora que es publicar un periódico y por sus enseñanzas.



Foto cortesía de C Producciones Grupo

Foto cortesía de C Producciones Grupo

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