Laaaargo fin de semana

El viernes soleado y con un brillo que ataranta terminamos en el Bistrot Mosaico de la Condesa porque deseaba con fervor volver a probar una Sopa de Almeja que era un sueño, pasó lo que me pasa siempre, me desperté del sueño que sublimé y me encontré con una sopa sin muchos atributos, ese sabor a mar, a pantano que golpeaba las papilas gustativas pasó como pasan los amores intrasendentes. Lo que no estuvo nada mediocre fueron las cervezas belgas con que brindamos, cervezas con 7°de alcohol, duro y a la cabeza, 60 pesos la botella, más caras que en Celtics, tomamos una y media cada quién y con eso fue suficiente para que saliera con rumbo a La Naval (Michoacán e Insurgentes) a buscarlas, por dios, qué cervezas más exquisitas.



Ah, el precio... el precio considerablemente menor por supuesto.Las golden Carolus negra y roja a 28 pesos la botella y la Duvel 31 pesos, contra la mexicana Potro de 42 pesos, supongo que por la botella color niveína en que viene. Todas excelentes para levantarse con una cruda el domingo.

Pero afortunadamente siempre hay una luz en el camino que ilumina nuestros pasos, y fuimos con Cristina a desayunar a Fisher´s Sateluco, lugar ideal para curarse una cruda. Creí que los precios eran muy altos en este lugar, pero no, vale la pena ir a desayunar y pedir de entrada un montón de platitos pequeños y muy ricos como una dobladita de pulpo de 12 pesos, y unos encantadores molletes serranos de 18 pesos, que llevan: jitomate picado con aceite de olivo, jamón serrano y camarones. Pero por favor no se vayan sin probar un pozole de camarón con jaiba de 34 pesos. Cuando digo que es un buen lugar para apapachar la resaca es por la variedad de bebidas que tienen para restablecerse, no las describo aquí porque ya quiero una, a pesar de los pesares, síganle leyendo abajo.
Fisher´s
desayunos de 9:30 a 13:00 hrs.
www/fishers.com.mx


El lunes, día helado, con lluvia, ya presagiaba el mal. Comida en Sack, que me perdonen pero nunca, nunca he encontrado nada atractivo en ese lugar, es oscuro, frío y su comida no me parece tan maravillosa, cara y fea. Ni modo yo no lo escogí y era un otorgamiento para la maestra María Teresa, que necesitaba ensaladas. El resultado, la única triquis-miquis fuí yo, la pasta de las empanaditas estaba cruda, le faltaba mucho para ser pasta filo, en la carta dice que estan rellenas de una mezcla de espinaca, queso y berenjena, pero vienen una de cada sabor. ¿Será que en su entendimiento de que eran Empanadas Sefarditas, las preparan separaditas? Nada que ver. Cabe decir que el servicio fue de primera, no así el del Fisher, que esa fue la única queja.
El día de hoy estoy empachada, con dolor abdominal, mis tripas me piden paz, shanti, shanti, shanti.