¿Han comido ñoquis?
Supongo que sí, es uno de los muchos platillos del medievo que aun consumimos
con sus variantes según la habilidad del cocinero. Aunque en México no tengamos mucho esta costumbre es re-fácil hacerlos, y bien baratos, sólo llevan harina, papas, sal y una salsita blanca o de jitomate para acompañarlos. Son especiales para chamaquitos rejegos que no les gusta comer, la suavidad y ligereza de los ñoquis les encanta. Pero por favor no compren de esos que venden ya hechos en el super, saben a guácala de feos.
Hay una
leyenda de buen augurio comerlos el día 29 de cada mes con una moneda o billete
debajo del plato. Según esto el dinero se multiplicará y no te faltará,
así que como están las cosas en este país hay que hacerlos cada día 29.
Recuerdo muy bien que el cumpleaños más triste que pasé lo hice comiendo ñoquis en un restaurante argentino de la colonia Cuauhtémoc.
Creía que la vida ya no tenía más oportunidades para mí, veía todo
negro y sin futuro. Entonces me acordé del ritual, le puse unas moneditas y después hice una plegaria, esas mismas monedas las dejé de propina. El resultado es que aun sigo aquí escribiendo sobre gnoccis o ñoquis y demás cosas para comer.
Los ñoquis también les dicen a todos aquellos trabajadores del gobierno argentino
que sólo se presentan una vez al mes a cobrar, los que aquí les decimos
aviadores.
Mi amiga Antoinette acostumbra a hacerlos, ella al igual que yo cumplimos años el 29 de julio, de hecho fue ella la que me sugirió hacerlos con puré de papa
instantáneo, dice que quedan más firmes, pero la verdad es que yo me inclino por lo natural.
Si se animan a hacerlos los siguientes meses,
aquí les dejo estas recetas.
1 comentario:
Hola Carme. Claro que he comido ñoquis y me encantan. Marta decía que los adolescentes tienen una relación muy especial con la comida y me puse a reflexionar...creo que algo hay de eso. Los ñoquis más ricos que recuerdo los comí cuando tenía quince años (por entonces leí también mi primer libro de Borges, aquel que compila historias de hombre infames: Historia universal de la infamia.) Además de eso padecí un enamoramiento de esos de adolescente que desgraciadamente terminó en una experiencia no muy agradable, pero en fin...el momento era bellísimo y recuerdo no sólo los ñoquis sino la cultura italiana con esos ojos maravillados ante el despertar de la vida.
Le voy a decir a Ana Luisa de hacernos el propósito de concinarlos un día de estos.
Un abrazo, Jesús.
P.D. Aunque no ponga comentarios en tu blog, permíteme decir en este espacio que me gusta mucho porque despliegas, como en un cuento, un universo detrás que está compuesto por tu vida. Entrar a tu blog es recordar que viven en uno todas esas sensaciones, colores, aromas y sutilezas en el mundo de lo sensitivo. Un abrazo, otra vez y un beso.
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