-Señoras, señores, público conocedor, déjenme cantarles una canción, y dice:
Trigueñita hermosa,
linda vas creciendo
como los capomos
que se encuentran en la flor.
Tú, mi chiquitita,
te ando vacilando,
te ando enamorando
con grande fervor.
Así comenzaron las canciones de don Fernando Morena, una charrasqueada en la cara, bueno para contar historias, el falsete, jugar rayuela y beber pulque.-Ah, pero yo no gasto en esto, aquí mi compadre me lo regala. Yo con los dineritos que me da la gente con eso voy viviendo, no he podido trabajar porque ando malo de mi pie. Pero a los médicos no voy porque no les tengo fe. Además, luego que se les paga tiene uno que surtir las medicinas de la receta.
Mañana o pasado
yo voy a tu casa,
tu mamá te ordena
una silla para mí.
Tú, mi chiquitita,
finge no mirarme,
ponte muy contenta
porque estoy aquí.
-Mi casa la tengo cubierta de plásticos de lado a lado, no tengo techo. Es que ni PRD, ni PRI, ni PAN que quieren el voto se caen con unas laminitas para cubrirlo. Así son todos los partidos, nomás su beneficio, eso es lo que les importa, que pueblo ni que pueblo, de nosotros ni se enteran.
Trigueñita hermosa,
cuando tomo vino
siento tantas ganas
de contigo platicar.
Tú, mi chiquitita,
te ando vacilando,
te ando enamorando
y en ti me pongo a pensar.
-Yo soy hombre bien bragao y cuando hay que entrarle no me rajo, mire, ¿ve esta cicatríz en mi mano? es donde pude detener el machetazo que me lanzaron a la cabeza, nomás alcancé a desviar el golpe y me tocó en el cachete, que si no, no la cuento.
¿Quién dijo que estos personajes ya no existen y son parte de arquetipos de película mexicana? Sólo cambian los escenarios y las canciones, ¡Salud!
1 comentario:
Hola buen relato... aveces solo hace falta salir un poco de las monotonias de las ciudades (aveces no tanto) para conocer gente tipica de su pais.
Lei otro par articulos, son entretenidos.
Saludos desde Chile.
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