"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

domingo, diciembre 11, 2011

Un dulce olor muy maternal


gorditas de la villa
Este año me invitaron a participar en un calendario muy especial: El calendario de Adviento que organiza Noema de Intercultura y Cocina. En este blog, cada día del mes se abre una ventana que nos lleva a un país distinto y nos muestra un platillo relacionado con la Navidad o con una fecha representativa del mes de diciembre. En mi caso la ventana que me corresponde se abre el día 12. Esta entrada nada tiene que ver con la Navidad. Simplemente es una fecha de celebración en todo México.
Dia_12
Hay nombres de platillos de comida que cuando uno los menciona nos provocan una emoción y una necesidad antojadiza por comerlos lo más pronto posible. Sobre todo si nuestros recuerdos rodean ese producto de una atmósfera de sublimación. Son de esos alimentos que guardamos en el baúl entrañable del afecto, del sabor. Eso me pasa con unas galletas muy sencillas, con ingredientes y colores tan mexicanos que muestran su delicadeza al sólo sacarlas de su envoltura. Además porque tienen un gran arraigo de pertenencia en el lugar donde las venden. Me refiero a las gorditas de la Villa de Guadalupe que venden en el Cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México. Son unas pequeñas tortillitas de harina de maíz cacahuazintle y azúcar, que se cuecen en un minúsculo comal sobre carbón y luego las envuelven en papel de china con colores llamativos. Pero lo más rico de todo esto es el olor del maíz al cocerse.
diciembre 073
Cuando uno dice: ¡Vamos a la Villa!, ya sabemos que además de ver a la virgen, toda nuestra mexicanidad la tendremos presente en ese lugar, porque la Guadalupana trasciende más allá de lo religioso. Se funde un sincretismo de culturas ya que en la antigua cosmogonía precolombina en el cerro del Tepeyac era adorada Tonantzin, la madre de los mexicanos “nuestra señora”. Ahora Tonantzin y la virgen de Guadalupe es una sola.
Además de visitarla uno puede darse el tiempo de comprar un paquete de estas gorditas en los puestos callejeros cercanos.
 nican
En el texto en náhuatl del Nican Mopohua, el más antiguo que se registra sobre las apariciones de la virgen de Guadalupe, dice algo así como: “Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre” esa frase está escrita debajo de la imagen de la virgen. (Según mi mamá, que luego le hace a lo nahuatlata [hablante o estudioso de la lengua náhuatl] lo que realmente dice el Nican Mopohua es: “Acaso no estoy yo aquí que tengo el honor de ser tu madre”) Precisamente esas palabras de consuelo que según le dice la virgen a Juan Diego las tengo presentes en ese olor dulce del maíz de las gorditas cocinándose y con toda la sutileza de la consistencia de la masa deshaciéndose en mi boca. Es como un abrigo cálido y amoroso que me envuelve, igual a un cariño auténtico, como el de una madre.
Actualmente afuera de muchas iglesias se encuentran a la venta estas gorditas, resulta imposible que pasen desapercibidas con ese olor y los colores de su envoltura.  Siempre afuera de alguna iglesia, pero todos sabemos que no podría haber un alimento más nacional que represente a la virgen del cerro del Tepeyac.

Gorditas de la Villa de Guadalupe

¿Qué necesito?
diciembre 041250 gr. de maíz cacahuazintle, es indispensable que sea con este maíz porque es un sabor muy característico.
100 gr. de azúcar
75 gr. de mantequilla o manteca de puerco (yo los hice con manteca)
1 cucharadita de vainilla
1 pizca de bicarbonato de sodio
2 yemas
¿Cómo lo hago?
El maíz se muele en seco en el molino, si cierne en un tamiz muy fino. La manteca y el azúcar se baten hasta que se suavice y se haga una pasta lisa, se agregan las yemas una a una y la vainilla. Se incorpora el maíz y el bicarbonato. Si es necesario agregarle un poco de agua a la mezcla para hacerla más maleable se le agrega poco a poco. Debe quedar una pasta consistente para comenzar a hacer bolitas y luego aplastarlas para hacer las pequeñas galletitas sobre un comal o sartén grueso. Primero de un lado y luego se voltean del otro. Lo ideal es comerlas enseguida, calientitas, envueltas en papel de china de colores.
colage
diciembre 079

22 comentarios:

Prieta dijo...

Nunca he comido estas gorditas. Mi mamá las menciona mucho cuando se pone a recordar las visitas a la Villa pero nunca las ha preparado. La receta que nos presentas no se ve muy difícil, un día de estos la intento preparar. Gracias por compartir.
Saludos.

Gaviota_mx dijo...

Carmen, tu blog es una caricia para mi. El olor sin igual de las gorditas trae consigo todos aquellos recuerdos de la niñez, que siempre )o casi siempre= es tan grato recordar.

Un abrazo.

Hilmar dijo...

Me encanta leer tus entradas Carmen!!.... siempre aprendo algo nuevo y viajo contigo. Estas gorditas seguro son una delicia! Lastima que solo pueda hacerse con ese tipo de maiz.
un abrazote y felices fiestas!!

Claudia Hernández dijo...

Pero qué gorditas tan apetecibles. Como buena caribeña,adoro el maíz, aunque en mi tierra natal no hay tanta variedad de platos típicos.
Saludos

Núria dijo...

Se ven muy ricas estas gorditas...la entrada muy muy interesante...beeesos

mely dijo...

Muy interesante todo lo que nos educas con tus entradas.
Pero yo tengo una pregunta sobre la receta. Como moliste el maiz? Con el mismo molino de moler el nixtamal o usaste otro aparato? Me llama la atencion que sea en crudo y como tengo de ese maiz en casa me gustaria usarlo para hacer unas gorditas y tomarlas con su cafecito a tu salud.

Mely

Vivi Martinez dijo...

Ummm, qué deliciosas tienen que estar!
No había oído hablar de estas tortitas en mi vida pero este gran descubrimiento merece que busque ahora mismo ese tipo de maíz para poder hacerlas... parece que noto el aroma desde aquí, jejeje.
Un besazo. Vivi.

Laube Leal dijo...

Bien ricas deben estar!!!! Me alegra el paseito que estamos disfrutando con el calendario.
Un besote

Carmen dijo...

Prieta, aparentemente no se ve difícil cuando te dan los ingredientes. Me he pasado varios días en la cocina tratando de sacar la receta. Espero encuentres este maíz por allá. Un abrazo.

Mi Gaby, gracias por tus palabras siempre cálidas. Este post lo volví a repetir pero ahora le añadí la receta. Un beso.

Hilmar: Este tipo de maíz solo crece en México, y sí no es muy fácil conseguirlo. Incluso a mí aquí donde vivo me costó trabajo. Un abrazo.

Claudia, siempre tan amable de leerme. El maíz nos hermana a los latinos, allá donde estás se siente la nostalgia por estos platillos. Un beso.

Hola Nuria, bienvenida por estos rumbos. Recibe un saludo virtual.

Mi querida Mely, no pretendo educar a nadie, jaja, simplemente es una muestra de la cultura de mi país. Procura no confundir el maíz cacahuazintle con el maíz pozolero. Acá hay otro tipo de maíz para pozole que no es cacahuatzintle y no me sirvió. Me costó muchísimo sacar esta receta. Hay muchas versiones en distintos libros y en la red. Esta es la que mejor me salió, incluso le puse tequesquite para que se suavizara el maíz, pero queda mejor con el bicarbonato (consejo de una señora vendedora de gorditas) El maíz lo molí en mi thermomix varias veces y luego lo colé. Pero se puede llevar a los molinos de chiles para que te lo dejen perfecto. Espero tengas por allá un lugar como ese. Si no pues a comprarse una Thermomix. Un abrazo querida.

Victoria, bienvenida. Efectivamente el sabor del maíz merece la pena prepararlas. Un saludo.

Laube, bienvenida por estos fogones mexicanos, muchas gracias por pasar por aquí y por tu comentario. Recibe un saludo

Borinkeando dijo...

Quiero una gordita! la verdad que no conocía esta receta y son toda una tentación

alinitaxula dijo...

Carmencita, que recuerdos.... mientras leía el post, me venían el aroma de las gorditas, se me amontonaban imágenes y olores. Un post precioso. Gracias chula!!!
Alinita

Gabriela, clavo y canela dijo...

Carmen que lindo!!! me encantan este tipo de receta que no solo es un sabor, sino que además del trabajo, hay toda una cultura por detrás...
te mando un besote
Gaby

Erika dijo...

En mi última fiesta mejicana con amigos quise conseguir este maíz pero no lo encontré. Así que me quedo con las ganas de probar tus gorditas. Capáz lo pruebe con el máiz amarillo y me saque las ganas, aunque por lo que decís no será lo mismo.
Cariños

Norma Ruiz dijo...

Esas gorditas me encantan son deliciosas, siempre que voy a la basilica compro unas por que me traen recuerdos de mi niñez cuando mis papas nos llevaban y disfrutaba de ellas, mil gracias querida Carmen por compartirnos tan rica receta.

190.arch dijo...

¡Ya las estoy oliendo!
La verdad es que no me gusta como saben pero su olor lo tengo presente, apenas empecé a leer tu post, toda la casa me olió a gorditas de la Villa.
Fui a darme una vuelta al Calendario de Adviento en el estás participando, buenísima idea!

Un besazo, Car!
Con lentitud y algo de dificultad, pero te sigo eh. Ciao!

The Intercultural Kitchen dijo...

Qué entrada tan interesante, y ¡lo que he aprendido! Además de palabras preciosas como cacahuazintle... ¡me encanta! Gracias.

epa! dijo...

¡Qué ricas! Y qué pena no poder encontrar ese maíz para probar, intento imaginarme el olor que dices pero no tengo ni idea... Me encantó leerlo.
B*

Carmen dijo...

Bienvenida Sazón Boricua, de verdad son muy sabrosas. Un saludo

Alinita: Es interesante las sensaciones que despiertan los recuerdos de comida. Un beso.

Gracias Gaby, un beso con cariño.

Erika: pues sí,sin el maíz no podría ser lo mismo, pero también sabe sabroso. Un abrazo

Normita: Espero que las hagas y las pruebes. Un abrazo

Diana: Gracias por comentar, y sí, es una gran idea la de Noema, besos

Noema, sí efectivamente la lengua náhuatl tiene tantas palabras hermosas. Un placer en participar. Beso

Epa: Bienvenida, el maíz al cocerse tiene un olor exquisito. Un abrazo

Prieta dijo...

Carmen, paso para desearte la mejor de las navidades y un muy prospero año nuevo lleno de amor, paz y salud para ti y los tuyos. Te mando un abrazo!

Erika dijo...

Paso a desearte una muy feliz Navidad! Que la pases muy bien junto a los tuyos.
Cariños

Xerófilo dijo...

Hola queridísima Carmen:

Hace mucho no venía, pero no me sorprende para nada lo preciso y bonito de lo que nos muestras ahora.

No soy de ir a La Villa, pero reciuerdo esas gorditas con fruición. No hay nada que digas que no sea válido. Olor, textura y color. Qué rico.

Sin embargo, y para no variar, te haré la regunta que siempre me hago ¿cómo las harían antes de la conquista? Es decir, sin disponer de mantequilla o manteca.

Yo me imagino que usarían la grasa de animales como el armadillo o el pecarí, pero se me hace que tú debes tener una idea más amplia y precisa por tanto que recorres y pruebas en los mercados de México.

Bueno, ya de despedida, te mando un abrazo bien cariñoso porque, tu lo sabes, te quiero un montón.

Saludos

RRS

Carmen dijo...

Mi querido Xerófilo, qué bueno que viniste a saludarme, te lo agradezco, see extraña un montón pues yo también te quiero idem, jaja. En cuanto a tu pregunta loca, no sé, y digo loca porque me imagino que los antiguos mexicanos no eran tan golosos como nosotros. Antes sólo había para endulzar la miel de distintos insectos y ya, eran más sanos. Seguramente estas gorditas mantecosas y azucaradas no se les ocurría prepararlas. Seguro nosotros tendríamos mucho que aprender de esas dietas, de esos sabores austeros, libres de grasas, sin azúcares y tan ajenos a la técnica de freir. Todo era al vapor, al horno de tierra como pibil o barbacoa, o de plano hervido.
Un abrazo-

Queridas Prieta y Erika, reciban mi agradecimiento, mi amistad y mis felicitaciones de retache, de aquí pá allá. Un beso